Con nocturnidad y alevosía. Cuando todavía era noche cerrada y esperando a la víctima a las puertas del tanatorio de La Siempreviva, donde el hombre se había refugiado por temor a ser embestido. Así se produjo el ataque de un cerdo vietnamita a una persona el pasado lunes en el entorno del Cementerio de Alicante. El primero, según el Ayuntamiento, del que se tiene constancia oficial.

Concretamente, fue en la calle Río Turia. «Antes de entrar a trabajar, fui a tomar un café. Era antes de las siete de la mañana. Al salir, vi que había un animal suelto, lo que me hizo salir a la avenida para evitar problemas. Mientras me dirigía a mi trabajo, me di cuenta de que era un cerdo vietnamita.

Cuanto más rápido andaba yo, más rápido andaba el animal», explica a este diario José María M., quien decidió refugiarse en el tanatorio para evitar males mayores. «Ahí estuve un tiempo, hasta que pensé que ya se habría ido». Pero no, cuando asomó de nuevo por la avenida, encaminándose hacia la empresa donde trabaja, se dio cuenta de que el animal seguía al acecho.

Y ahí fue cuando se produjo el ataque, según relata: «El animal me embistió, me tiró al suelo y me mordió la pierna. Sangré porque, además, estoy tomando un medicamento [Sintrom] por haber sufrido un ictus que me ha dejado más sensible la parte izquierda del cuerpo». En el suelo, se pudo zafar del animal. Con el susto aún en el cuerpo, José María se dirigió a su trabajo, donde le animaron a que avisara del suceso a la Policía Local de Alicante.