El último incendio forestal declarado en Gran Canaria es el más importante ocurrido en España desde el 2012 y desde el año 2007 en el caso del archipiélago canario, y sus 12.000 hectáreas afectadas suponen el 20 % de toda la superficie quemada a nivel nacional en lo que va de año.

El satélite Sentinel 2 del Programa Europeo de Emergencias Copernicus ha captado una espectacular imagen del incendio desde el espacio:

Según datos provisionales del Ministerio de Agricultura, en España han ardido casi 58.000 hectáreas entre el 1 de enero y el pasado 11 de agosto, a las que se sumarían las alrededor de 13.400 hectáreas ardidas en los fuegos declarados en la cumbre de Gran Canaria desde el día 10, sábado.

A nivel nacional, el último incendio de Gran Canaria, que ha comenzado a remitir este martes después de tres jornadas completas ardiendo, es uno de los más importantes ocurridos en los últimos diez años en el país.

Los más importantes en dicha horquilla temporal, en cuanto al número de hectáreas arrasadas, fueron los registrados en las localidades valencianas de Cortes de Pallás y Andilla, donde ardieron casi 50.000 hectáreas entre el 28 de junio y el 17 de julio de 2012.

Tres personas fueron acusadas de causar intencionadamente ambos incendios, en cuyas tareas de extinción falleció un piloto del Ejército.

El siniestro de Gran Canaria solo ha sido superado en la última década por los registrados en Cortes de Pallás (Valencia) -28.879 hectáreas afectadas, que comenzó el 28 de junio de 2012 y no se apagó hasta el 16 de julio-; y el de Andilla, también en Valencia, con 20.065 hectáreas calcinadas -se declaró el 29 de junio de 2012 y se extinguió el 17 de julio-.

Una imprudencia fue el origen de los dos siniestros forestales.

En el caso de Canarias, el año 2007 fue fatídico para las islas en lo que respecta a superficie afectada por incendios ya que al fuego de Gran Canaria -casi 19.000 hectáreas-, provocado por un trabajador forestal que fue condenado a ocho años y medio de cárcel, se le sumó otro en Tenerife que arrasó 16.820 hectáreas.

Ambos incendios obligaron a evacuar a unas 14.000 personas.