En el verano de 2006 se produjo un caso grave de ataque de un pez a una niña de 7 años mientras se bañaba en la playa de San Juan. Las mordeduras le causaron desgarros muy importantes en un brazo, antebrazo y muñeca, y necesitó ser operada de urgencia.

El responsable fue un pez golfar, también conocido pejerrey, pez sierra, anjova o dorado. Esta especie, que mide por lo general entre 60 y 80 centímetros, pero que pueden superar el metro y pesar hasta 12 kilos, presenta dientes de sierra y tiene una mandíbula de gran fortaleza.

El pez golfar ha vuelto a ser el protagonista este jueves en las playas españolas al morder a una bañista y seccionarle parcialmente el tendón. Y es que su gran boca consta de unas mandíbulas dotadas de 15 ó 16 dientes, la superior, y de 18 a 20, la inferior, todos ellos acerados y triangulares, dispuestos en forma de sierra.

Se trata de un depredador rápido y voraz, que actúa principalmente durante el día. Vive en la profundidad, pero tiende a acercarse en verano a la costa para alimentarse de peces, a menudo de tamaño más grandes que él.

Sus ataques a personas responden a que las pueda confundir con presas. Su fortaleza hace que sea uno de los objetivos preferidos por los pescadores deportivos.

El animal es capaz de cortar anzuelos (se le conoce también como Tallahams), por lo que se usan de acero para atraparlos.

Aquí vemos cómo un pescador captura uno en aguas de El Campello: