Una matrimonio de Valladolid con un hijo de 5 años ha acabado con un enorme susto sus vacaciones en Alicante. A mediodía de ayer, apuraban las últimas horas de playa y se daban los tres un chapuzón en la playa del Rebollo, en la pedanía de La Marina. Primero salió del agua el menor. La mujer, M. V. F, de 40 años de edad, se quedó un poco atrás. Ya casi en la orilla, donde el agua le llegaba a la rodilla, dio un grito tremendo. "Sintió un gran dolor. El grito nos asustó a todos", explicó a INFORMACIÓN su marido, quien se fue a por ella y la sacó del agua en brazos.

"Tenía el empeine desgarrado y sangraba abundantemente", explicó el hombre, quien junto al socorrista la llevó en volandas al puesto de salvamento. Allí le hicieron un primer vendaje. La trasladaron en ambulancia al hospital de Elche. Al principio, pensaron que la mujer se había cortado con un cristal. Pero en el hospital los médicos ya les indicaron que esa herida era compatible con una dentellada. "Ella sintió como si un cepo la agarrara", precisó el marido. "No la han llegado a operarla, pero casi. Tiene seccionado parte del tendón", añadió.

El matrimonio dejó al niño con una familia en el camping en el que están pasando las vacaciones. En el hospital, permanecieron unas cuatro horas. La herida era muy profunda. Los facultativos le suturaron a la mujer el tendón y el corte. Le han escayolado la pierna hasta la rodilla. "Luego hemos tenido que ir a comprar unas muletas. Es nuestro último día de vacaciones y no esperábamos terminarlas de una forma tan amarga".

Al matrimonio y a quienes como ellos están hospedados en el camping les sorprendió que el servicio de vigilancia de playas no cerrara al baño esta playa del Rebollo. "Si en lugar de a mi mujer, el pez le muerde a mi hijo de 5 años o a cualquier otro niño, le arranca un trozo de pie", advirtió este turista.

La familia regresa este jueves a Valladolid. Las que hubieran sido unas vacaciones perfectas han acabado con un susto de aúpa. La mujer debe llevar la escayola como mínimo diez días y está tomando antibióticos para prevenir una posible infección.

El ataque sufrido por esta mujer no es el primero que se produce este verano en la misma zona. El pasado 11 de julio se cerraron al baño las tres playas de La Marina tras morder un pez a dos niños de 7 y 10 años.

La primera mordedura se registró sobre las 17.30 horas, y la víctima fue un menor de 7 años, que se encontraba cerca de la orilla, según informaron desde el servicio de socorrismo de las playas ilicitanas, que gestiona la empresa Ambumar.

Este niño fue atendido en un primer momento por los socorristas del puesto de la playa de El Pinet, pero después se solicitó la presencia de una ambulancia que lo trasladó hasta el servicio de Urgencias del Hospital General de Elche para curarle las heridas que le provocó el mordisco del pez, que no llegó a ser identificado ni por el niño, ni por las personas que estaban a su alrededor cuando se produjo el ataque del animal. El menor presentó tres heridas en el pie derecho.

En un principio no se dio mayor importancia al suceso, pensando que se trataba de un caso aislado, y se decidió no adoptar ninguna medida en la zona. Sin embargo, media hora después, el pez volvió a actuar, también en El Pinet.

En esta segunda ocasión la víctima fue un niño de 10 años, que también salió de la orilla con una mordedura en un pie. Al igual que el primer niño, después de prestarle un primer auxilio en la zona, el servicio de socorrismo solicitó la asistencia de una ambulancia para trasladarlo a un centro sanitario de la ciudad.

Llegado a este punto, y con dos mordeduras en media hora, el servicio de socorrismo y la Policía Local de Elche decidieron cerrar al baño la playa de El Pinet y las más cercanas a esta zona del litoral ilicitano, que son las de la Marina y Les Pesqueres-El Rebollo.

Al día siguiente fueron reabiertas al baño las playas de La Marina, que ondearon con bandera amarilla al descartar que el animal porte sustancias venenosas.