La dantesca escena que los policías de Utica, una pequeña localidad del estado de Nueva York, se encontraron cuando acudieron a una llamada de emergencias en la que un hombre confesaba haber asesinado a su novia y amenazaba con suicidarse no fue más que el principio de una historia que ha sacudido a las redes a lo largo y ancho del globo. Y es que los agentes encontraron a Brandon Andrew Clark junto al cuerpo ensangrentado de una mujer mientras se apuñalaba repetidamente en el cuello con un cuchillo y se grababa con el móvil, publicando todo el proceso en su cuenta de Instagram.

El relato lo había comenzado el propio Brandon minutos antes y las primeras dos instantáneas correspondían a un fotograma de El Club de la Lucha -aquel en el que un Brad Pitt (una de las representaciones de Tyler Durden en la película) señala la pantalla aludiendo a un cambio de rollo- y a una fotografía de su propio coche. Después, el cuerpo decapitado y ensangrentado de su novia. Bianca Devins, según reconocieron varios internautas, una conocida influencer de Estados Unidos de 17 años de edad. Brandon también subió las imágenes a otras redes sociales como 4Chan.

Según las investigaciones policiales, desveladas por el New York Times, Bianca y Brando se habían conocido hacía tan sólo dos meses a través también de Instagram. Tras un tiempo de conversaciones a través del móvil, la relación había avanzado hasta el punto de que se presentaron a sus respectivas familias como una pareja. Ese sábado por la noche habían acudido a un concierto en Nueva York. En algún momento, en el camino de vuelta, tuvieron una discusión. En el propio coche fue donde se perpetró el ataque que acabó con la vida de Bianca Devins, según han desvelado los responsables de la investigación a la cadena CNN.

Se manejan varias hipótesis, explican, pero la principal corresponde a cómo cada uno percibía la relación entre ambos. "Parece ser que para él podría haber sido una relación mucho más seria que para ella", explica un investigador. La oleada de internautas que capturaron las fotografías del cuerpo sin vida de Bianca Devins y las volvieron a reproducir a través de sus cuentas de Instagram fue tal que prepararon el algoritmo para detectar inmediatamente la imagen y eliminarla del sistema, suspendiendo así cientos de cuentas de norteamericanos.

Sin embargo, sigue circulando por algunos foros de la red, pese a los esfuerzos por controlar su difusión, lo que ha vuelto a reabrir el debate en Estados Unidos sobre el poder de la red de redes y la falta de control gubernamental sobre la misma. "Una oleada imparable", como describe la familia de Bianca Devins, que ha tenido que realizar un comunicado para afirmar que no han creado ninguna recogida de fondos a favor de su hija debido a la cantidad de webs fraudulentas que se están creando a su supuesto favor.

Un pasado turbio

Para añadir más morbo al asunto, aún si cabe. La investigación del entorno del asesino, Brandon Clark, ha revelado que cuando tenía 12 años vivió un suceso escalofriantemente parecido en su propia casa: su padre retuvo a su entonces esposa Michelle durante 10 horas a punta de cuchillo. El caso fue sonado, salió en todos los medios. El padre de Clark aseguró a los negociadores de la policía durante horas que degollaría a la mujer y después se degollaría a sí mismo.

Aunque no está claro si Brandon estuvo o no en aquella casa esa noche hace años, los antecedentes de su padre y su pasado violento -no fue el único incidente de violencia doméstica que protagonizó- han sido puestos sobre la mesa tanto por los investigadores de la policía como por los medios de comunicación de todo el país.

Mientras tanto, las fotos del cadáver de Bianca Devins siguen circulando por la red y varios expertos en informática aseguran que es algo "por desgracia inevitablemente fuera de control".