Vicente Moreda, de 87 años, se siente "totalmente abrumado y desprotegido" porque quiere recuperar el piso de Madrid que, según ha denunciado, le ha usurpado su nieta pero no quiere que sea encarcelada por ello.

La joven, de 18 años, ha declinado hacer declaraciones a la prensa esta mañana en el edificio madrileño donde se encuentra el piso y en el que, según los vecinos, el anciano no suele vivir.

Moreda ha explicado su situación a Efe desde Cartagena, donde está desde hace varias semanas para visitar a su mujer, enferma de Alzheimer, que vive en una residencia de ancianos.

En esta localidad reside su hija y madre de la chica. "Estoy totalmente abrumado y desprotegido", asegura el anciano, ya que quiere recuperar su casa sin que su nieta, que puede enfrentarse a una condena de entre 3 y 5 años de prisión por los presuntos delitos de allanamiento, violación de la correspondencia y falsedad documental, vaya a la cárcel.

Acompañado por la madre de la que considera "okupa", el anciano ha relatado a Efe que se encontraba a finales de mayo en Cartagena, donde está internada su esposa, de 89 años, y donde llevaba varias semanas residiendo debido a una complicación en su estado de salud.

En concreto, los vecinos del edificio del número 112 de la calle Atocha, donde está situado su piso, le llamaron por teléfono el 26 de mayo para alertarle de que su nieta de 18 años, en compañía de una joven con la que -según su relato- mantiene una relación sentimental y un cerrajero, habían cambiado la cerradura de su casa y se encontraban viviendo dentro.

Por su parte, Amelia Moreda, de 51 años y madre de la chica, ha contado que denunciaron en la comisaría de Cartagena los hechos, identificando a la presunta infractora, con la que tienen una relación muy conflictiva debido, relata, a episodios violentos y de intimidaciones cuando era menor de edad.

Amelia ha explicado que identificarla fue un error porque, al tratarse de un familiar, ya no pudieron desalojarla en un plazo de 48 horas y han tenido que recurrir a la vía judicial, donde su abogado ha reclamado una medida cautelar que suponga el desahucio inmediato de la vivienda.

Los familiares han narrado que, por recomendación de la propia Policía, recurrieron a una empresa especializada en desocupar viviendas, pero que no pudo intervenir porque al parecer también hay un niño viviendo con la pareja.

Varios vecinas del inmueble han preferido no hablar del caso, que consideran un conflicto familiar que debe resolverse en ese ámbito.

Sí coinciden en señalar que no conocen a Vicente, que tiene más pisos, y que la joven no ha dado problemas, que les saluda amablemente y que "alguien debería solucionar la situación, porque ahora mismo vive casi encerrada".