El gijonés Abdu M. H., de 13 años, fue el protagonista de "un milagro" en la vertiente leonesa de los Picos de Europa después de sobrevivir 29 horas a la intemperie, abrigado tan solo con un jersey y un pantalón de chandal, en una zona de riscos, de máximo peligro y de difícil acceso, hasta que fue rescatado no sin dificultad por un helicóptero.

"Estaba agotado físicamente, tenía mucha hambre y frío", confirmaron desde el entorno familiar del pequeño tras encontrarle con vida, enriscado cerca del Collado Solado y Minas Tabica, en el camino de Collado Jermoso a la Canal de Moeño.

El adolescente, de origen etíope y adoptado junto a su hermano mellizo por una familia asturiana, había acudido de excursión con sus padres y su hermano. Tras una discusión "propia de la edad" el domingo, presumiblemente por temas escolares, decidió marcharse del refugio Collado Jermoso en el que se hospedaban a primera hora de la mañana del lunes. Sobre las siete horas avisó a su mellizo de que se iba. Su hermano salió tras él pero no le vio, por lo que no supo qué dirección había tomado. Poco después comenzó un operativo de búsqueda del gijonés, un joven "alegre y deportista", que está vinculado a la asociación deportiva Gijón Atletismo y cursa 1º de la ESO en el colegio Montedeva.

Al no aparecer durante toda la jornada del lunes, la labores de rescate se intensificaron el martes por la mañana. El pronóstico no era nada halagüeño por la edad del chico y la peligrosa zona por la que había desaparecido. No obstante, sus gritos de auxilio fueron escuchados por agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Sabero, León. "Está vivo y localizado; ahora tienen que rescatarlo", confirmó un amigo de los padres para aliviar su angustia. Las labores no fueron sencillas y hubo que llegar hasta el adolescente en helicóptero. "La noche no fue fría y es un crío muy fuerte y atlético", explican desde el entorno familiar para justificar la resistencia del chico, que fue trasladado al Centro de Salud de Riaño (León). Allí se recupera de la experiencia.

Múltiples efectivos

El periplo de Abdu M. H. por los riscos ha sorprendido incluso a los lugareños. "Es una zona inaccesible, por la que no pasa ningún camino; no sé cómo pudo bajar hasta allí sin despeñarse antes, me parece increíble, un milagro", confiesa Pablo Sedano, responsable en el Refugio Collado Jermoso en el que se hospedaba el pequeño junto a sus padres y hermano. Sedado conoce bien la zona, que describe como "inaccesible". "No pasa ningún camino ni es nada frecuentada; por ahí son zonas muy abruptas, de canales, donde antes pasaban algunos pastores y ahora ya ni eso", explica. A su juicio fue fundamental que el gijonés decidiese detenerse a esperar que le rescatasen. "Por suerte supo parar y quedarse quieto en un sitio. Si llega a intentar bajar o subir igual hubiera tenido algún percance grave o se hubiera despeñado", asegura Pablo Sedano.

En el rescate, además, participaron efectivos de hasta cuatro comunidades autónomas. En concreto, unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de León, los GREIM de Sabero (León), Cangas de Onís y Mieres, Potes (Cantabria) y Pobra de Trives (Ourense), el helicóptero de la Unidad Aérea de León, además del grupo cinológico de seguridad y rescate de la Guardia Civil de Castilla y León. "Se involucró mucha gente en poco tiempo; amigos, pilotos de dron, Greim y los del refugio; estamos muy agradecidos", señalaron desde el entorno familiar del pequeño.