Los beneficios de las redes sociales son indudables si se usan de forma adecuada, pero también pueden convertirse en un problema cuando generan dependencia y sirven para difundir acciones peligrosas que, sobre todo los más jóvenes, tienden a imitar. Este es el caso del último reto viral, denominado «desk challenge», que poco a poco se está extendiendo por las aulas de la provincia. Consiste, nada más ni nada menos, que en quedarse colgado de una percha subido a una silla y con un pupitre encima. Como no podía ser de otra forma, estudiantes que se lanzan a esta actividad de alto riesgo acaban por los suelos, y algunos de ellos requiriendo incluso asistencia médica.

El desafío de «hacer flotar el pupitre» no tendría mayor «gracia» si no fuera porque otros alumnos lo graban en sus móviles para difundirlo en las redes sociales, en una especie de pescadilla que se muerde la cola. Uno de estos vídeos corresponde a un aula del instituto Antonio Serna de Albatera. En el mismo aparece una estudiante de Secundaria sentada en una silla sostenida únicamente por la percha, a la que se incorpora la mesa, mientras es jaleada y ayudada por sus compañeros, que la animan a mantenerse en esa posición. El final es el previsible, puesto que la adolescente cae a plomo al ceder el perchero, aparentemente sin sufrir lesiones de importancia. Aparte de estas imágenes, hay otros vídeos de la misma secuencia que también están colgados en la red.

Según fuentes consultadas, el centro habría expulsado a entre 15 y 20 alumnos de segundo ciclo de Secundaria por un periodo de entre 3 y 5 días. En Albatera no se habla de otra cosa, y mientras que los padres afectados consideran excesivo el correctivo, otros valoran que es justo porque este tipo de situaciones podrían generar lesiones graves y porque el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos está fuera de control.

La alcaldesa, Ana Serna, confirmaba que conocía que el instituto había ordenado expulsiones, aunque afirmó desconocer el número concreto. Desde la Conselleria de Educación, por otro lado, no se ofreció ayer ningún tipo de información al respecto tras las preguntas formuladas por este diario.

Pero este no es el único caso, toda vez que el desafío parece que se extiende como una mancha de aceite. También circula un vídeo viralizado del IES San Vicente, de San Vicente del Raspeig, en el que se ve a un alumno de cuarto de ESO colgado igualmente de un perchero, el cual también acaba por los suelos y, según las fuentes consultadas, requiriendo posteriormente atención médica. El director, Joaquín Pastor, indicaba no tener constancia de que ese vídeo sea del centro, aunque «hemos visto que los enganches de las perchas están doblados, por lo que es más que posible que sí se esté realizando este reto absurdo y repleto de riesgos». En este caso no se han andado con rodeos y han actuado con contundencia con una solución simple pero efectiva: la retirada de todos los percheros.