Noah Tindle, un bebé recién nacido, se encuentra actualmente luchando por su vida al haber contraído un herpes que supuestamente le contagiaron quienes le besaban el día de su bautismo. La madre notó que algo iba mal al ver que se inflamaba el ojo de su hijo. Difundió las fotos de Noah alertó de lo que sucedía en sus redes sociales haciendo hincapié en que cada vez más pequeños presentan lo que se ha dado en llamar el "beso de la muerte".

"Al ver que cada vez más y más familias pasan por lo mismo me gustaría difundirlo", señaló. El niño no tuvo fiebre ni nada por el estilo pero días después empezaron a salirle ampollas alrededor del ojo.

El pequeño tuvo que ser sometido a dos tratamientos. "Fue agotador física y mentalmente ver a Noah tan mal y haría cualquier cosa para ayudar a las familias para que no pasen por lo mismo que nosotros, por favor no besen a los recién nacidos", pedía.