Si todo va según lo planeado, los integrantes de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa tienen previsto iniciar este mediodía la apertura de la galería horizontal para llegar al punto de prospección del pozo donde se cree que puede estar Julen, al que se trata de rescatar desesperadamente en la localidad de Totalán desde el pasado domingo, 13 de enero, tras haber caído en la sima.

El mayor riesgo es que encuentren terreno duro, lo que les obligaría a utilizar explosivos y realizar microvoladuras, como indicó ayer Santiago Suárez García, jefe de la brigada de 2005 a 2009 y hoy prejubilado. Suárez se mantiene en contacto con la brigada por Whatsapp y asegura que "tienen ganas de empezar porque llevan muchos días allí inactivos". El actual jefe de la brigada, el ingeniero Sergio Tuñón, "tiene el rescate en la cabeza", como indicó ayer uno de los miembros del equipo: "Lo han ensayado mil veces".

El pozo vertical se terminó en la noche de ayer

El pozo vertical se terminó en la noche de ayer, tras alcanzar los sesenta metros de profundidad, a una cota de menos 83 metros. Se han invertido 55 horas en su construcción, cuarenta más de las previstas, debido a la dureza del terreno. Pero antes de que los mineros bajen, habrá sido necesario encamisar el orificio con un conducto de tubos de metal, en cuyo interior irá la cápsula de rescate. Este conducto tiene que ser cimentado con tierra y arena en algunos puntos para evitar desprendimientos, un trabajo de unas siete u ocho horas.

Una vez realizada esta fase, estaba previsto que los mineros bajasen en la cápsula, de un metro y medio de diámetro y dos y medio de altura, movida por una grúa de precisión, con conductos de aire y un adosado auxiliar capaz de cargar unos 500 kilos de escombros, aunque la mayor parte de los mismos se arrojarán a la caldera dejada en el fondo del pozo. La cápsula, con diseño de los expertos malagueños, ha sido forjada por herreros de Alhaurín de la Torre.

Así es la cápsula con la que los mineros tratarán de rescatar a Julen

Así es la cápsula con la que los mineros tratarán de rescatar a Julen

Así es la cápsula con la que los mineros tratarán de rescatar a Julen

Los mineros, provistos de "respiradores y autorrescatadores", se enfrentarán a una tarea titánica Se han preparado turnos de dos mineros que trabajarán de treinta a cuarenta minutos, provistos de piquetas, martillos neumáticos y hachas, con las que preparar las entibaciones de la galería, que tendrá una ligera pendiente para facilitar la caída de escombros por gravedad. No saben qué tipo de materiales se encontrarán abajo. En caso de que haya materiales duros, no descartan realizar microvoladuras con explosivos similares a los que utilizan los artificieros para desactivar bombas. De ahí la presencia de los Gedex de la Guardia Civil en el operativo.

"Esperemos que el terreno no tenga una dureza excesiva", deseó Santiago Suárez, que confía en que tampoco sea excesivamente blando o inestable, porque eso les obligaría a entibar cada poco y retrasaría el rescate. En una mina, los rescatistas tardarán unas siete horas en cubrir la distancia que los separa de Julen, pero no se trata de carbón, sino de material que puede llegar a ser muy duro. Se habla de que cubrir esos escasos metros puede llevarles 24 horas.

Una vez que casi se haya finalizado la galería, que tendrá una tamaño de 1,2 metros por uno, con una longitud de cuatro metros, se realizará un sondeo para introducir una cámara en el pozo al que cayó Julen y comprobar si se encuentra a la altura prevista, a 71 metros, debajo de un tapón de escombros.

Será entonces cuando dejen paso a los bomberos malagueños, que serán los encargados de entrar en el pozo donde se encuentra Julen y recuperarlo. Todos esperan que esté vivo, aunque, como remarca Santiago Suárez, "normalmente, rescates felices hay pocos".