Bernardo Montoya, el autor confeso de la muerte de la joven zamorana de 26 años Laura Luelmo, ha abandonado su vivienda en El Campillo (Huelva) después de casi una hora y media, increpado por los vecinos que han saltado el cordón policial y le han gritado "asesino".

La llegada del detenido se producía alrededor de las 13:30 horas y la ha abandonado poco antes de las 15:00 horas, habiendo permanecido todo ese tiempo en el interior de la casa, de la que se ha visto salir de manera continua a agentes de la Guardia Civil y a la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino que investiga el caso.

Ha sido en ese punto donde ha comenzado la reconstrucción de los hechos y no se descarta que tras concluir en este punto Montoya pueda ser trasladado hasta el lugar donde apareció el cadáver, en el paraje de Las Mimbreras, a unos cuatro kilómetros del núcleo poblacional de El Campillo.

La indignación y la tensión que viven los vecinos de esta localidad desde la desaparición y localización del cadáver de la profesora de Zamora se ha hecho patente hoy mientras el asesino confeso ha estado en su vivienda y a la salida de ella.

Durante esos 90 minutos ha ido creciendo el número de personas que se han ido congregando en los alrededores de la casa, en las tres vías que dan acceso a la misma: "Laura cariño, El Campillo está contigo", han dicho.

En un momento determinado algunos vecinos han saltado el cordón policial hacia la vivienda de Montoya aunque han sido dispersados por agentes de la Guardia Civil.

La Guardia Civil traslada a Bernardo Montoya tras confesar que mató a Laura Luelmo

La Guardia Civil traslada a Bernardo Montoya tras confesar que mató a Laura Luelmo

La Guardia Civil traslada a Montoya. Agencia ATLAS

El detenido ha salido de su vivienda en un coche patrulla junto a varios agentes y parcialmente cubierto para evitar que fuera visto.

Varios vecinos, sin embargo, han alcanzado el vehículo y se han subido a él, lo han golpeado y le han lanzado piedras al tiempo que continuaban increpando al detenido.