Walfran Campos, el tío de Patrick Nogueira, acusado del cuádruple asesinato de Pioz, ha asegurado hoy que se sintió "profundamente decepcionado" por su sobrino tras conocer que era el presunto autor de los hechos y le ha preguntado, dirigiéndose a él, por qué no se lo había hecho a él en lugar de a su hermano Marcos, "que era una persona buena".

Así se ha pronunciado durante su declaración como testigo en el segundo día del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara donde está siendo juzgado Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos y sus primos de 1 y 4 años en agosto de 2016 en una vivienda de la localidad de Pioz (Guadalajara).

El acusado ha permanecido cabizbajo y en ningún momento ha mirado a su tío, mientras que éste ha tenido que tomarse unos minutos al inicio debido a que se encontraba muy afectado y ha comenzado a llorar.

"Cómo le has hecho eso a él. Haberlo hecho conmigo, él era bueno", ha dicho Walfran a su sobrino acusado.

Durante su intervención, Walfran ha manifestado que Patrick era "como un hermano menor o un hijo" con el que tenía una buena relación desde pequeño y al que ha calificado como "un sobrino excepcional", por lo que ha aseverado que siente "una gran decepción" tras los terribles hechos ocurridos en Pioz, cuando su sobrino mató y descuartizó a sus tíos y a sus primos.

A preguntas de las partes, Walfran Campos ha afirmado que nunca creyó que su sobrino fuera el responsable de las muertes y que siempre lo defendió cuando la familia de Janaina le dijo que tenían la certeza de que era él y no lo creyó hasta que la Guardia Civil le enseñó las pruebas.

Asimismo, ha manifestado desconocer que su sobrino tuviera una infancia difícil ni de ningún problema hasta que ocurrió la agresión a su profesor.

Tras la agresión al docente en 2013, según le informó su hermana Soraya -madre del presunto asesino-, Patrick recibió tratamiento psicológico y psiquiátrico y ha apuntado que cree que "tomaba pastillas", pero luego la madre de Patrick le dijo que "no tenía nada, que le habían dado de alta y estaba bien" y nunca refirió que tuviera una enfermedad mental.

"Si fuera otra cosa, yo no habría pedido a Marcos que Patrick fuera a vivir con él y su familia y ponerla en riesgo", ha afirmado, ya que el chico estuvo viviendo una temporada con la familia, pero no se mudó al chalet de Pioz.

Preguntado sobre si Marcos le habló mal de Patrick, Walfran ha dicho que sí. "Me habló de mal comportamiento y me dijo que Patrick no era el mismo que en Brasil, que no le respetaba y obedecía, que no limpiaba y si salía por la noche y volvía por la mañana".

Walfran Campos ha relatado que viajó antes de lo previsto a España nada más conocer los asesinatos para hacerse cargo de los cuerpos y "limpiar el nombre de la familia" puesto que los medios de comunicación hablaban de asesinato a manos de sicarios y ajuste de cuentas.

Asimismo, ha señalado que Patrick regresó a Brasil de improviso, algo que sorprendió a todos y que no pudo hablar con él cuando se supo de las muertes porque su familia le dijo que estaba afectado por la noticia y necesitaba descansar, aunque después supo que su sobrino salía de fiesta, algo que a su entender no se corresponde con una persona afectada por una tragedia.

Posteriormente, cuando le insistió para saber algún dato para poder esclarecer la muerte de Marcos y su familia, Patrick le dijo a Walfran que Marcos salía tarde de trabajar y había días que desaparecía pero sin saberle concretar más.

También ha señalado que Patrick no confesó en Brasil y que él habló con la hermana de Patrick y le recomendó que el chico volara a España, donde tendría todas las garantías y mejores cárceles que en Brasil.Estremecedor relato del propietario de la casa

Por su parte, osé Pedro L., el dueño de la casa donde Patrick Nogueira mató presuntamente a sus tíos y a sus primos de 1 y 4 años, ha asegurado que en la casa había millones de moscas y restos de sangre bajo los muebles de la cocina, y seguía oliendo tiempo después de hallar los cadáveres.

El propietario del chalé de Pioz ha señalado que alquiló la vivienda a las víctimas a través de una inmobiliaria, que vio al arrendatario una semana antes de que ocuparan la casa, porque invitó a la familia a una barbacoa, y que solo recibió el pago de la primera mensualidad, la de julio.

Durante el mes de agosto, envió varios mensajes de WhatsApp a Marcos (el tío del asesino confeso) pero no recibió respuesta hasta el día 30 de ese mes, cuando el arrendatario le puso que estaba en contacto con un prestamista para pagarle.

Pero este mensaje, según las investigaciones, pudo mandarlo Nogueira, que se quedó con el teléfono de su tío después de asesinarle.

No volvió a tener noticias, pero sí de sus vecinos (él estaba en Galicia), que le alertaron del mal olor que salía de la casa y de que podían denunciarle.

Sin embargo, él pensó que los inquilinos se habían ido de vacaciones y que el perro que habían comprado a los niños se había muerto y, por tanto, sería el origen de ese hedor.

Cuando finalmente entraron en la casa tras el aviso de los vigilantes de seguridad a la Guardia Civil, José Pedro L. sufrió ansiedad depresiva y, dado su estado, no le dejaron entrar en principio a la casa.

Algunos días después, todavía había en la casa "700.000 millones de moscas o quizá menos", ha dicho algo nervioso el propietario del chalé, que todavía tiene que tomar medicación para dormir.

Ha relatado también que aún pudo ver las huellas con sangre de las manos de los niños en la escalera, que el olor nauseabundo permanecía y que bajo los muebles de la cocina aún había sangre, lo que hizo vomitar a las chicas que contrataron para la limpieza de la calle.

También ha declarado el vigilante de la urbanización que levantó las persianas de la cocina y del salón cuando fueron alertados del mal olor, y ha precisado que vio muchas moscas en ambas dependencias, unas seis bolsas sospechosas en un extremo del salón y un carrito de bebé.

Nunca había visto al acusado por la urbanización, cuya entrada estaba controlada por una barrera siempre con vigilantes para los coches, pero a pie se podía acceder por una parcela en la que aún no se había construido.

También ha declarado como testigo el responsable de la inmobiliaria que medió en el alquiler de la casa, quien ha reconocido que no le gustaba Marcos porque no se correspondía a la tipología de cliente para esa zona, ya que no tenía coche y Pioz no está bien comunicado con transporte público.

Además, hizo el pago en efectivo y tenía mucha prisa por alquilar, ha añadido este testigo, que ha indicado que se comunicaba con Marcos por el correo electrónico.

Sospechas de una de las víctimas

Por otra parte, algunos testigos, compañeros de trabajos del tío de Patrick Nogueira, acusado del cuádruple crimen de Pioz, han asegurado hoy que la víctima Marcos Campos les manifestó que desconfiaba de su sobrino y sospechaba que era amante de su mujer.

Antonio Miguel O.M ha señalado que Marcos estuvo trabajando con él unos meses en 2015 y en uno de los días le notó inquieto y preocupado por lo que se interesó.

"Marcos me comentó que desconfiaba de su sobrino con su mujer, pensaba que estaba de amante y me pidió cambiar un día para 'pillarlos' porque se había encontrado un mensaje en el móvil de su mujer diciendo que Patrick tenía un cuerpo bastante agradable", ha señalado.

En este sentido, ha señalado que a partir de esta situación Marcos "quiso separarse de su sobrino", si bien ha señalado que "aunque desconfiaba de su sobrino", no creía que tuviera" mala intención contra su persona".

Otra de las personas que trabajó con Marcos en un restaurante también ha reconocido que la víctima le había confesado alguna vez que desconfiaba de su sobrino por una posible relación con su mujer.

Por otra parte, ha señalado que Marcos no tenía dinero, "vivía de prestado", y ha señalado que le pidió dinero y le consta que pidió a más gente y que los padres de Patrick también le dieron.

También ha señalado que Marcos le dijo que "su sobrino tenía visiones y oía voces por lo que su hija tenía miedo de él".