La juez de guardia de Santa Cruz de Tenerife ha decidido este jueves enviar a prisión, comunicada y sin fianza, a la mujer de 51 años acusada de provocar el incendio que provocó graves daños y obligó a evacuar a 160 enfermos en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria el pasado lunes.

Se le acusa de un delito de incendio provocado con peligro para la vida, por lo que afronta penas que pueden llegar a entre 10 y 20 años de cárcel, así como el pago de los cuantiosos perjuicios ocasionados en la instalación hospitalaria.

La juez de guardia, Nicole Centanaro Aguado, la devolvió el miércoles a los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de la avenida Tres de Mayo de Santa Cruz de Tenerife en espera de más datos sobre la investigación.

La mañana de este jueves volvió a pasar a disposición judicial y en vista de nuevos datos aportados, la magistrada ha decidido la cárcel provisional sin fianza.

Ahora se inicia el proceso judicial para procesarla por provocar el incendio el pasado lunes en la conocida como Residencia de la Candelaria.

Fue ella misma la que se inculpó el mismo lunes en el Hospital mientras se desarrollaba el operativo de emergencia y fue detenida por agentes de la Policía Nacional en las propias instalaciones del centro sanitario.

La mujer explicó que prendió fuego a una botella de oxígeno con un mechero, como represalia porque al parecer un familiar no había recibido atención en el área de Urgencias Pediátricas, en la torre norte de la Candelaria.

Esta mujer de 51 años y nacionalidad española se enfrenta a una dura condena. El incendio provocado con peligro para la vida o integridad física de las personas, recogido en el artículo 351.1 del Código Penal, se castiga con pena de prisión de 10 a 20 años y el pago de todos los daños causados.