A pesar de lo que ha vivido en las dos últimas semanas, Tomek aun es capaz de esbozar una sonrisa cuando se le pregunta cómo está. Aunque asegura que está "estresado" y que no se imaginaba que se iba a organizar tanto revuelo, está satisfecho de que su historia sirva para ayudar a otra de las personas que, como él, vive en la calle.

Este joven polaco se enfrentó hace unas semanas a uno de los peores capítulos de su vida. En la calle, sin apenas dinero para comer y con una adición al alcohol que él mismo ha reconocido, cuando le ofrecieron tatuarse el nombre de un ciudadano británico en la frente no le pareció mala idea. "Iba borracho", explicó Tomek hoy a las puertas del Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE) de Benidorm donde esta mañana ha acudido a formular la correspondiente denuncia junto a miembros de la Asociación de Comerciantes Británicos. El alcohol que llevaba ese día en el cuerpo y los 100 euros que le ofrecieron por ello, que para él son como "que me hubiera tocado la lotería", hicieron que se dejara tatuar a pesar de que el dolor era insoportable. De ahí que la escritura de la dirección no se pudiera acabar.

Tomek explica que no era un grupo de jóvenes. Que sólo estuvo con un ciudadano inglés y que "creo que lo que me tatuó me dijo que era el nombre y dirección de su novia", y no del novio como se había dicho hasta ahora. El joven polaco recuerda que el británico "también iba borracho".

Robo en la playa de Levante

Pero su pesadilla no acabó ahí. Unos días después, en la playa de Levante, le atacaron para robarle los 17 euros que aún le quedaban y le hicieron un corte en el cuello que enseña mientras habla en un perfecto inglés en la puerta del SATE.

Hoy ha vuelto a Benidorm a poner la denuncia correspondientes. Estas dos últimas semanas ha estado en Granada donde tiene amigos y donde vivió el invierno pasado. El revuelo causado en las redes sociales con su historia hizo que le llegara un mensaje a su Facebook desde Polonia. Un amigo le preguntaba si el de las fotos que circulaban por la red era él. "Le dije que sí, y explotó la bomba", indica. Así, la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm consiguió ponerse en contacto con él y esta madrugada, sobre las 5.00 horas, ha llegado a Benidorm con autobús.

3.000 euros para ayudar a Tomek

Lo primero poner la correspondiente denuncia. Luego ir a comer algo para reponer fuerzas y, esta tarde, acudir al hospital a que le hagan un chequeo médico para comprobar su estado. La Asociación de Comerciantes Británicos ha conseguido reunir en muy pocos días más de 3.000 euros para ayudar a Tomek, sobre todo, para borrar las huellas de un mal sueño de su frente. El coste de borrar ese tatuaje está cubierto por la aportación de la Clínica Benidorm que hará un estudio para ver las sesiones que harán falta para borrar la tinta.

Así que, según explicó la presidente de la asociación británica Karen Mailing, el dinero que se ha conseguido reunir servirá para dar a Tomek una salida a sus problemas médicos. A parte de la adicción al alcohol, el joven polaco tiene problemas de espalda. Mailing indicó que "la decisión la tiene que tomar él", es decir, que rehabilitarse es decisión del protagonista de esta historia pero ellos pondrán todos los medios a su alcance para intentar que tenga una nueva vida.

Ahora, tras la denuncia, Tomek sólo quiere que "se haga justicia" sobre aquellos que jugaron con su pobreza "para reirse" y "pasar ellos un buen rato". Mientras, la entidad busca dónde pueda quedarse estos días y "estar tranquilo" después de todo lo que le ha ocurrido.