María, nombre ficticio, es una octogenaria que está "sufriendo" desde que ingresó el viernes compartir habitación con otros dos pacientes en el Hospital Clínico de Valencia. Sus hijos han presentado una queja en el Servicio de Atención al Paciente tanto por esta situación como por un episodio "increíble", según describen, que padecieron el pasado sábado por la noche: tuvieron que esperar casi cuatro horas hasta que los responsables del centro se llevaron de la habitación a una de sus tres ocupantes, que había fallecido.

"Era la señora que estaba en el medio. Ya vino muy mal y sobre las 23.30 falleció. Vino toda la familia pero, claro, tanto la acompañante de la otra paciente como yo no podíamos dejar solas a nuestras familiares por lo que allí estábamos con la muerta aun después de que se fuera su familia", narra Mª José, hija de María. "Lo peor es que tardaron casi cuatro horas en llevarse el cadáver. Por mucho que nos quejamos y que pedimos que viniera alguien no sacaron el cuerpo hasta las 3.15 porque no había celadores según nos dijeron", cuenta y así lo ha registrado en su queja. La situación generó mucho estrés no solo en los acompañantes sino también en las otras dos pacientes. "Mi madre no dejaba de llorar, no sabíamos qué hacer ni qué estaba pasando".

Al día siguiente el espacio de esta cama vino a ocuparlo otra señora mayor que, precisamente también falleció al día siguiente según relata la familia de María. "Lo increíble es que volvió a pasar lo mismo. Murió sobre las 21.35 de la noche y hasta casi la 1 de la madrugada no vino nadie a llevarse el cadáver", relata Mª José. La familia ha interpuesto una queja porque no quieren que esto lo vuelvan a sufrir más personas.

Espacios individuales por ley

Precisamente la ley de Cuidados al final de la vida que está tramitando la Conselleria de Sanidad obligará una vez entre en vigor a que todos los centros, ya sean públicos o privados faciliten una habitación de uso individual para los últimos momentos de vida de los pacientes y garantizar así su intimidad y su "derecho a una muerte digna". Esta norma evitaría situaciones como la vivida por María y su familia este fin de semana, además, por partida doble.