Un niño de ocho años fue asesinado anoche en Elda mientras la pareja sentimental de su padre de acogida era violada en el domicilio familiar, en el número 26 de la céntrica calle Quijote. La Policía tuvo conocimiento de lo ocurrido cuando una vecina del edificio alertó a Emergencias del atroz suceso a través de una llamada telefónica.

Pasaban unos minutos de las nueve de la noche cuando escuchó un fuerte grito y, al observar que la puerta de sus vecinos estaba entreabierta, decidió entrar en el piso encontrándose de bruces con una desgarradora escena que difícilmente podrá olvidar. La mujer, que está embarazada de varios meses, se encontraba atada y amordazada con visibles signos de haber sido golpeada mientras el niño yacía inmóvil en el suelo.

Semidesnudo

Según las fuentes consultadas, el pequeño se encontraba semidesnudo y habría podido ser objeto de abusos sexuales al igual que la pareja de su padre de acogida, que tiene unos 40 años de edad y fue trasladada en estado de shock al Hospital General Universitario de Elda donde ha permanecido ingresada toda la noche.

Sin embargo, los intentos del personal sanitario desplazados a la vivienda por intentar que el menor recuperase las constantes vitales fueron inútiles. Su cadáver fue trasladado por los servicios funerarios hasta el Instituto de Medicina Legal de Alicante para determinar la causa del fallecimiento, y tratar de encontrar pruebas biológicas del autor o autores.

Sobre las diez de la noche los agentes de la Policía Local acordonaron la calle mientras los miembros del grupo de Homicidios, de la Policía Judicial y de la Unidad Científica del Cuerpo Nacional de Policía permanecieron más de cinco horas buscando pruebas en el domicilio, y también recabando testimonios para tratar de esclarecer el caso lo antes posible. Incluso estuvieron buscando entre los contenedores y papeleras de la calle y también debajo de los coches estacionados por si los delincuentes hubieran tratado de ocultar algún tipo de arma o los pasamontañas.

La investigación se centra, de momento, en dos hombres encapuchados que habrían sorprendido en el rellano de la escalera a la mujer y al niño cuando ambos se disponían a salir a la calle poco antes de las nueve de la noche. La puerta de la vivienda no estaba forzada ni se ha producido aparentemente ningún robo, por lo que no parece que el execrable asesinato de una criatura de ocho años y la violación de la pareja de su padre de acogida estén relacionados con un delito contra la propiedad. No obstante, la investigación sigue su curso y todavía hay muchas interrogantes por resolver.