El padre de acogida del menor asesinado anoche en Elda perdió el control cuando llegó al piso y fue informado de lo ocurrido por los agentes. Presa de un ataque de nervios e ira comenzó a gritar y dar puñetazos en las paredes, y tuvo que ser reducido para que no resultara herido. De hecho, salió del edificio esposado y custodiado por varios agentes. Una imagen que generó confusión y comentarios erróneos entre las numerosas personas, vecinos, conocidos de la familia y curiosos, que se habían congregado en la calle, expectantes ante el amplio despliegue policial y alarmados por las primera noticias que iban conociéndose sobre el luctuoso suceso.

Algunos de los presentes llegaron a comentar que el padre había sido detenido. Pero no era cierto. Una vez que fue introducido en el coche patrulla de la Policía Nacional comenzó a tranquilizarse y le quitaron las esposas. Minutos después llegó un familiar que estuvo acompañándole hasta que fue trasladado al Hospital General Universitario de Elda donde le suministraron un tranquilizante. «¡Han matado a mi hijo, han matado a mi hijo!» gritó desconsolado y llorando antes de ser trasladado en el coche patrulla.

También su exmujer, la madre de acogida del niño fallecido, sufrió un fuerte impacto emocional cuando llegó al domicilio familiar y necesitó asistencia médica. Las escenas de dolor se sucedieron hasta bien entrada la madrugada mientras los agentes seguían adelante con sus investigaciones.

El padre del niño es muy conocido en Elda por su actividad profesional relacionada con el mundo del deporte y también lo es su actual pareja, con la que llevaba algo más de un año de relación.