Una mujer ha compartido las fotos de su hijo de 13 años en el hospital tras sufrir un coma etílico en Reino Unido. El niño, Chase Owen, bebió gran cantidad de vodka que llevaron sus compañeros a clase.

Sus compañeros, que llevaron el alcohol camuflado en una botella de refresco, le dijeron que si no bebía nunca sería amigo de "los populares", según informa el diario británico Daily Mail.

La madre, que encontró a Chase tirado en el jardín de su casa, compartió la imagen en las redes sociales para advertir del peligro de la presión social en los adolescentes.