La vida está llena de casualidades. La fatalidad hizo que nos cruzáramos en tu camino justo en el maldito instante en que te saliste de la carretera, llevándonos a todo el grupo por delante, truncando no sólo tres vidas, sino las de todos los familiares y amigos e incluso la tuya propia. Ya nada será igual.

Doy gracias de haberme dado la vuelta 500 metros antes de la tragedia. No ya por salvar la vida, sino por no haberte visto en ese momento: te hubiese ahogado sin pestañear con mis propias manos.

Después del shock inicial, van pasando los días, los funerales, otra muerte más,... con el corazón en un puño por el estado de los amigos heridos, ya empiezo a asimilarlo. Hoy he decidido que ésta será la última vez que pierdo el tiempo pensando en ti. Solo decirte que creo que ya no te tengo odio, tampoco creo en nuestra justicia. Tu única y mayor condena será la de llevar esta losa sobre tu conciencia.

Espero que en el poco tiempo que estarás entre rejas lo aproveches para curarte de tus adicciones. Sal limpia y da la cara. Pide perdón ante la sociedad, redime tu condena contando en primera persona como has arruinado tu vida y la de los demás. Hazlo en todos los medios posibles, en los colegios, en los foros, etc., concienciando a cuanta más gente sea posible de los peligros del alcohol y las drogas al volante. Sólo con que una persona que vaya a conducir, sin estar en condiciones, recuerde tu relato y llame a un taxi para no poner en peligro más vidas, ya habremos sacado algo positivo de esta tragedia.

No te juzgo Mavi Sánchez. No seré yo quien tire la primera ni ninguna piedra. Lo dicho, hagamos algo positivo de esta tragedia. Concienciemos a cuanta más gente podamos.

Edu, José Luis y Jose, descansad en paz. Andrés y Scott, ¡¡¡ seguid luchando!!!.

Firmado:

Patxi Martínez Gorostiza.