«Tengo ataques de llanto y no puedo respirar», contaba, en agosto de 2008, Teresa, la madre de Pilar Toledano, a LA OPINIÓN. La mujer explicaba que había preferido quitar de su casa todas las fotografías de su hija y las cosas que le recordasen a ella. Sin embargo, cuando habían pasado casi dos décadas del crimen, Teresa volvía a ver en la prensa la cara de uno de los responsables de aquel horror: Jesús Enrique Campuzano, 'Kike', uno de los tres procesados por la muerte de Pilar, había sido detenido, acusado de asesinar a otra mujer. El dolor volvía a florecer.

Pilar Toledano tenía sólo 13 años de edad cuando su cuerpo fue encontrado en un huerto de Cabezo de Torres. Había sido salvajemente asesinada, además de agredida sexualmente. La joven llevaba veinte días desaparecida cuando hallaron el cadáver. Ese día, el mundo de sus padres, Ángel y Teresa, se desmoronó.

Desmoronado seguía 18 años después, cuando 'Kike' volvía a la primera plana de la crónica de sucesos por un nuevo asesinato. «Yo tengo ataques de llanto y no puedo respirar, me ahogo», afirmaba Teresa. Toda la familia tenía presente la tragedia. «La única que lo llevó mejor fue la hermana menor, Ana Belén, porque era muy pequeña y no se enteró de nada (en el momento del crimen)», apostillaba Bernabé, primo de Pilar.

Celos y rabia

Las investigaciones de la Benemérita, en 1990, hicieron que el cerco se estrechase sobre tres jóvenes, los tres menores de edad: Francisco Martínez, 'El Melones'; Juan Manuel Sánchez, 'El Catalino' (que tenía sus facultades intelectuales disminuidas) y 'Kike'. Los arrestaron y los procesaron. A los dos primeros, de 17 años, les cayó una condena de 24 y 7 años de prisión respectivamente. 'Kike', que, por aquel entonces, tenía sólo tres lustros, se escapó de pisar la cárcel. Lo mandaron un tiempo a un centro de reeducación para menores.

Sólo tuvieron que pasar nueve años para que Campuzano volviese a ser detenido. En 1999 ingresó en prisión por la violación e intento de estrangulamiento de una joven de 22 años de la pedanía murciana de Zarandona. En el año 2006 volvió a pisar la calle. La libertad le duró apenas 24 meses. En 2008, la madre de Pilar tuvo que ver su foto en el periódico como el asesino de la calle Vinader.

Si el horrendo crimen de Pilar Toledano fuese cometido hoy, los medios hablarían de un nuevo caso de violencia machista. Según las crónicas de la época, todo comenzó en una discoteca de Cabezo de Torres, donde la chica fue con sus amigos. En el local también se encontraban 'El Melones' y sus colegas. Parece ser que a este no le hizo gracia que Pilar, que le gustaba, hubiese estado charlando con otro chico. Dijo a sus compinches que le ayudasen, engañó a la chica para que fuesen a un huerto de limoneros y allí perpetró el salvaje crimen. Un crimen que siempre quedará en la memoria de Murcia.