La Guardia Civil ha desmantelado un criadero ilegal de aves rapaces en la denominada operación 'Noé', que se ha saldado con la detención de un vecino de la localidad de Archena (Murcia), de 46 años, por la caza ilegal de especies amenazadas en el medio natural a las que alimentaba a base de ratas muertas.

En concreto, el responsable de las instalaciones expoliaba a estos animales para después venderlas en el mercado negro de la cetrería, según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa.

Las investigaciones, desarrolladas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), se iniciaron hace varias semanas, después de que un colaborador avisara a la Guardia Civil de que en unos corrales existentes en una zona rural del término municipal de Archena, situada en una rambla de difícil acceso, su propietario escondía animales de forma ilegal.

Los agentes lograron encontrar una pareja de búhos reales (Buho buho) y otra de lechuzas comunes (Tyto alba). Ninguno de los ejemplares poseía anillas ni documentación acreditativa de su legal procedencia.

Además, en el lugar fue hallada una pareja de halcones, en este caso sí anillados y con un documento de cesión de otra persona, lo que unido a la tenencia por parte del detenido de diversos útiles propios de la cetrería, hizo pensar a los investigadores sobre su dedicación ilegal a dicho arte.

Según las actuaciones practicadas, el autor de los hechos habría extraído del medio natural las aves rapaces nocturnas ahora aprehendidas cuando aún eran simples polluelos, procediendo hasta el momento de su hallazgo a su alimentación con ratas muertas, con la finalidad última de venderlas en el mercado negro de las aves rapaces para uso en cetrería.

En las instalaciones, la Guardia Civil halló, además, un mapache, varias cabras, un cerdo vietnamita, varias decenas de palomas mensajeras, urracas y codornices, y varios centenares de ratas. Estas últimas servían de alimento a las aves rapaces ahora decomisadas.

También se encontraron varios medios prohibidos de caza, como un cepo de gran tamaño, varias costillas y una lanza artesanal construida con una vara de limonero y un cuchillo de cocina en su extremo; este último cubierto de sangre.

A tenor de los hechos, se ha detenido a A.M.N., de 46 años de edad, como presunto autor de un delito relativo a la protección de la fauna.

Los hechos, además de al juzgado de guardia, han sido participados al Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y a la Dirección General de Medio Ambiente.

Los búhos reales y las lechuzas comunes, que según la normativa sobre fauna silvestre estarían valorados en unos 6.000 euros, han sido entregados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Valle' de la Alberca (Murcia), a disposición de la autoridad judicial.

Por su parte, los dos halcones peregrinos han quedado temporalmente en poder de su propietario a la espera de que se compruebe la autenticidad de sus anillas y se aporte nueva documentación sobre su lícita procedencia.

Tanto el búho real como la lechuza común se encuentran incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, según se recoge en la normativa nacional actualmente en vigor. Además, el búho real se halla incluido como especie de interés especial en el catálogo de especies amenazadas de fauna silvestre de la Región de Murcia.

El vigente Código Penal castiga la caza o pesca ilegal de especies amenazadas, así como su comercio o tráfico con penas de prisión o multa, y con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar o pescar por tiempo que va desde los dos hasta los cuatros años.