La Policía ha detenido en Madrid a diez personas que integraban una red de ciberestafadores que envió más de medio millón de correos electrónicos 'phising' (un tipo de estafa a través de Internet) con los que podrían haber llegado a defraudar cerca de 800.000 euros a más de un centenar de perjudicados.

Los arrestados, de origen rumano, enviaron los correos a través de la Red suplantando la página de un servicio público y otra de una empresa de envío internacional de dinero para obtener miles de identidades con las que realizar compras, crear perfiles en portales de subastas, abrir cuentas bancarias o contratar servicios. Otro de sus mecanismos para obtener identidades era la publicación en Internet de anuncios de falsas ofertas de trabajo y también creaba páginas de tiendas virtuales ficticias, donde exponían ofertas de productos que tampoco llegaban al comprador.

El grupo estaba perfectamente estructurado y el jefe coordinaba y controlaba permanentemente a todos los miembros, llegando a vigilarles de tal manera que "rozaban extremos de semiesclavitud", según informó la dirección general de la Policía y de la Guardia Civil. Hasta el momento se han localizado setenta denuncias de particulares, pero la Policía cree que esta cifra se incrementará.

Los correos 'trampa' remitidos por la organización habían sido enviados desde un servidor alquilado a una empresa de 'hosting' (alojamiento web), contratado con nombre falso y manejado de forma remota desde la red de telefonía móvil. La red creaba perfiles de usuario en portales de subastas legales y ofrecía productos inexistentes a través de la Internet.

El grupo desmantelado disponía de un equipo de falsificación de todo tipo de documentos, armas, decenas de documentos de identidad de varias nacionalidades falsos y numerosas impresoras.