La Guardia Civil ha desarticulado una violenta banda que se dedicaba a la extorsión de empresarios catalanes y que estaría implicada en la desaparición de un empresario.

En total se ha detenido a seis personas, a las que se imputan los delitos de detención ilegal, robo con violencia e intimidación, blanqueo de capitales, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y robo de vehículos.

La investigación policial comenzó la pasada primavera, cuando un empresario catalán denunció que estaba siendo extorsionado y amenazado por un grupo de personas.

Según la versión de un empresario de unos 60 años de la zona del Vallès, a principios de año se había reunido junto a otro empresario amigo suyo con un grupo de personas que inicialmente estaban interesados en hacer negocios con ellos.

La banda de sicarios agredió a uno de ellos, que actualmente está desaparecido, provocándole presuntamente la muerte.

El otro empresario, que ha sido el que ha denunciado los hechos, habría presenciado la agresión.

Los sicarios habrían dejado pruebas falsas para involucrarlo en los hechos si no pagaba lo que le pedían.

Los investigadores calculan que el empresario habría entregado durante los últimos diez meses más de 700.000 euros, además de coches de lujo e inmuebles.

La Guardia Civil considera que la banda de sicarios contactó con estos dos empresarios a petición de una tercera persona. Los sicarios debían cumplir un ajuste de cuentas por encargo. La Benemérita investiga ahora quién o quiénes pueden ser los responsables del encargo.

Jesús Pastor ha destacado la "peligrosidad y violencia de los detenidos" y también "las tecnologías que utilizaban para grabar conversaciones o escenas con las que posteriormente extorsionaban a las personas".

La detención

Los detenidos son cuatro hombres y dos mujeres de nacionalidad española, puertorriqueña y rumana y residentes en Rubí, Terrassa y Viladecavalls (Barcelona).

Entre el material incautado destaca un subfusil, una pistola eléctrica, medios de vigilancia, como por ejemplo una chaqueta con microcámaras, grilletes y marihuana.

También se han intervenido catorce vehículos de gran cilindrada y una gran cantidad de aparatos electrónicos, como teléfonos móviles u ordenadores.