Te mato o te quemo la casa". Este fue el último aviso que dio Ramón Santiago, de 46 años, a su consuegro Rafael C., de 44 años, en la noche del martes en su vivienda en el barrio de Los Pozuelos, en Santiago de la Ribera. Dicho y hecho. Ramón entró en la casa de Rafael, en la que se encontraban también su mujer y sus ocho hijos, y le disparó cuatro veces y lo dejó tendido en el cuerpo sangrando por las heridas.

Todo ocurrió sobre las once y media de la noche del martes. De un vehículo de color oscuro se bajaron encapuchados el consuegro del herido y un hijo de este. En ese momento amenazaron a su familia política y sin mediar más palabras el consuegro le disparó. Los agresores se montaron en el coche, en el que iban tres personas más, y se dieron a la fuga, pero sobre las cinco de la madrugada de ayer la Guardia Civil los detuvo en sus viviendas.

Tanto el herido como los detenidos son de etnia gitana. Según fuentes cercanas al caso, el tiroteo es consecuencia de un ajuste de cuentas por tráfico de drogas, aunque tampoco se descarta que los problemas familiares también se convirtieran en el detonante del suceso.

Entre los arrestados se encuentran, además del autor del disparo -Ramón Santiago- tres personas más: Juan Cortés de 52 años; Ramón Santiago, de 19 años; y un menor que ya ha sido puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. A los cuatro arrestados se les imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y pasarán hoy a disposición al Juzgado de Instrucción número Uno de San Javier. Según fuentes de la investigación, en el vehículo también iba otro hombre de 38 años que acudirá al Juzgado como imputado acompañado de su letrado.

Rafael Cortés, el herido, fue llevado por su familia al hospital de Los Arcos, pero debido a su gravedad fue trasladado al hospital Virgen de la Arrixaca. Allí permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos y su pronóstico es grave. Según fuentes de la consejería de Sanidad, los médicos no temen por su vida.

Durante el día de ayer, en el barrio de Los Pozuelos todo era un ir y venir de guardia civiles. Los vecinos están consternados por el suceso. "Escuché cuatro tiros y vi cómo un coche negro se alejaba mientras que la mujer del herido y sus ocho hijos, gritaban en la calle", comentó ayer a este periódico una vecina de la calle Pinto de Santiago de la Ribera que fue testigo directo del tiroteo.

Al parecer se trata de un barrio conflictivo donde la Guardia Civil ya ha hecho varias redadas -en dos ocasiones han registrado la vivienda del herido por su relación con las drogas y ha sido detenido por el mismo motivo-. La vecina indicó que vio cómo los policías se llevaban dos escopetas que habían encontrado en la casa.

"Aquí venden pienso"

Otra de las vecinas cercanas al domicilio donde tuvo lugar el suceso comentó que se suele vender droga. " En el lugar todas las noches hay gente comprando droga. Ellos lo llaman pienso, pero nosotros sabemos que los furgones que vienen aquí no descargan pienso, sino otras cosas." Además, la mujer apuntó que los hijos de esta familia son conflictivos: "Aquí tienes que ir con pies de plomo porque si les dices cualquier cosa te amenazan de muerte".