En un enrevesado caso judicial, la sección segunda de la Audiencia de Barcelona juzgará el próximo lunes a Tovar, que pese a que acaba de ser condenado por un crimen sigue libre porque la sentencia aún no es firme y porque durante la instrucción del caso de homicidio estuvo cuatro años en prisión preventiva, el máximo fijado por ley.

En el caso del homicidio, Tovar ha sido condenado a once años de cárcel por clavar trece navajazos a la víctima para producirle la muerte durante una reyerta la madrugada del 11 de abril del 2003 a la salida del bar musical "Open", situado junto a la Masía Can Gros, en Sant Esteve Sesrovires.

Se da el caso de que cuatro meses antes, a las 8.00 horas de la mañana del 1 de enero de 2003, Tovar supuestamente agredió a un joven de origen marroquí, a quien perforó la cornea a golpes en una agresión que la fiscalía estima que tiene tintes racistas.

Por este caso, la fiscalía pide para Tovar una pena de 12 años de prisión, ya que cree que concurre un delito de lesiones con la agravante de motivos racistas.

En su escrito de acusaciones, el fiscal afirma que Tovar cometió supuestamente la agresión con otro compañero que no ha sido identificado. Según la fiscalía, los agresores son "cabezas rapadas".

La víctima de la agresión sufrió una perforación corneal que le obligó a estar hospitalizado siete días y que le ha dejado como secuela la pérdida de la agudeza visual del ojo izquierdo en un 50 por ciento.

Según la fiscalía, Tovar y su acompañante pidieron a tres jóvenes de origen marroquí que estaban en la discoteca que salieran del local y, ante la negativa de éstos, agredieron a uno de ellos "por el solo hecho de ser marroquí".