Con estas detenciones, se da por desarticulada una red que operaba en Tarragona, Murcia y la provincia de Alicante. En concreto, se hacían pasar por policías para robar a grupos de tráfico de droga la mercancía que pretendían introducir en España.

La operación, denominada 'Julo', comenzó en diciembre de 2007, con una primera fase, en la que fueron detenidas cinco personas y 3.000 kilogramos de hachís, una segunda fase en enero de 2008, con 14 personas detenidas y 3.000 kilogramos de hachís, y finalmente una última fase en la segunda quincena de febrero.

En total, en la operación han sido detenidas 29 personas. De estas, 10 han sido arrestadas en la última fase, cuatro como presuntas cabecillas del grupo y seis presuntos colaboradores en las labores de narcotráfico.

De igual modo, del total de siete toneladas de hachís, en esta ocasión se han incautado casi mil kilogramos y más de 40.000 euros en metálico en billetes de 500, así como numerosos aparatos informáticos y electrónicos camuflables de localización GPS, pasamontañas, armas prohibidas de descarga eléctrica y un lanza-destellos de los utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, elementos estos de los que se valían para llevar a cabo su actividad delictiva.

Además, en las tres fases de este dispositivo se han conseguido recuperar 6 vehículos de lujo que habían sido robados, varias embarcaciones, efectos y bienes por valor superior a los 500.000 euros.

INVESTIGACIONES.

Las investigaciones se iniciaron a finales del mes de junio del año 2007, a raíz del hallazgo de un Vehículo todoterreno de alta gama sustraído en un garaje de Torrevieja, en cuyo interior se encontraron 960 kilogramos de hachís, una pistola ametralladora, en perfecto estado y dispuesta para su uso, así como pasamontañas y un lanza-destellos, similar a los utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en sus vehículos oficiales camuflados.

Todos estos indicios apuntaban a la existencia de un grupo de delincuentes que, simulando ser miembros de las fuerzas de seguridad, robaban importantes cantidades de hachís a redes dedicadas a introducir en la península esta sustancia.

Además, se averiguó que la actividad principal del grupo iba dirigida al seguimiento de grupos de narcotraficantes de hachís a los que acechaban para robarles la mercancía ilícita llegando incluso a realizar vigilancias sobre la costa para la detección de desembarcos. En otros casos, llegaban a ofrecer sus servicios o vehículos con el fin de infiltrarse en estos grupos para poder atracarles en el momento del desembarco.

A primeros de diciembre del año pasado, este grupo delictivo se desplazó hasta Tarragona en dos vehículos que previamente habían sustraído, con la intención de robar un alijo de hachís cuyo desembarco se iba a realizar en el Delta del Ebro, utilizando el mismo modus operandi, eso es, hacerse pasar por policías.

La presión ejercida sobre este grupo delictivo, que se había desplazado hasta la mencionada provincia catalana, culminó cuando la Guardia Civil se incautó de tres toneladas de hachís y detuvo a cinco personas, interviniendo además los vehículos en los que iban a transportar la droga.

En esta ocasión, DMV y sus acompañantes, ahora detenidos, huyeron del lugar, estableciéndose una persecución por diversas carreteras del sur de la provincia de Tarragona y norte de la de Castellón viéndose obligados a abandonar los vehículos en que viajaban y huir a pié campo traviesa.

Transcurrido un tiempo prudencial, volvieron de nuevo a entablar contacto con otros grupos de narcotraficantes que actuaba en La Manga del Mar Menor, en Murcia, y realizaron alijos de hachís mediante la utilización de embarcaciones de recreo que ponía a disposición del mejor postor.

A mediados de enero del presente año, las vigilancias ejercidas sobre este grupo delictivo dieron su fruto, al ser detenido uno de sus dirigentes, junto a otras 13 personas más, cuando se disponían a alijar otras tres toneladas de hachís en un varadero de la Manga del Mar Menor.