M.R.S., que contaba con antecedentes policiales por agresión sexual y hurto, entre otros, ha asegurado, no obstante, que en el momento de los hechos se encontraba "borracho" y que "se le fue la cabeza", según ha informado hoy en rueda de prensa, el jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Luis de Haro-Rossi.

Según la Policía, el homicida confeso conocía a la víctima, de 23 años, ya que la puerta de la vivienda donde apareció el cadáver no había sido forzada, ni existían signos de robo en el inmueble, ubicado en la calle San Ambrosio, situado en las inmediaciones de la zona Norte de la capital granadina.

Aunque De Haro-Rossi ha manifestado que no se conocen las causas exactas que habrían motivado el crimen, el "ensañamiento" con el que se cometió -el cuerpo presentaba una veintena de puñaladas propias de un cuchillo jamonero- evidenciaban que el móvil fuera de tipo sexual y que el agresor entrara en un estado de enajenación mental.