En el este de Turquía, las temperaturas alcanzaron los 35 grados bajo cero y la agencia de noticias estatal Anadolu informó de que una decena de personas murieron congeladas en diversas provincias durante los últimos tres días, aunque no ofreció más datos adicionales sobre las víctimas.

Las escuelas se cerraron en la mayoría de las provincias de Anatolia Oriental y en Ardahan (noreste de Turquía) y las guardias de las unidades militares se recortaron de 2 horas a 15 minutos.

Los ríos Yesilirmak y Kizilirma, dos de los más grandes de Turquía, así como el lago Beysehir, se congelaron a causa de las bajas temperaturas.

Además, 2.000 pueblos y aldeas quedaron incomunicados al quedar cortadas las carreteras.

En la provincia de Tokat (región del Mar Negro), una casa se calcinó hasta los cimientos en la noche del martes porque los bomberos no pudieron hacer nada al haberse congelado sus vehículos, el agua de las mangueras e incluso la gasolina de los camiones.

El partido de fútbol de la Primera División entre el Sivasspor y el Trabzonspor se disputó a 20 grados bajo cero lo que provocó que las orejas de varios jugadores se congelaran.

También en la ciudad de Sivas (Anatolia Central), al jugador de la Liga Amateur Muhammed Demir le tuvieron que amputar tres dedos de la mano que resultaron congelados tras un partido de fútbol, así que la Federación de Fútbol ha decidido cancelar los partidos de fútbol en dicha población hasta que remita el frío.

La Dirección de Meteorología de Turquía informó de que el frío extremo continuará hasta el próximo lunes.