El suceso se produjo en la cárcel de Jalandhar, situada en la región norteña del Punjab, cuando unos 1.500 presos incendiaron parte del penal y comenzaron a arrojar piedras a los oficiales encargados de la seguridad, indicó la agencia india PTI.

La Policía disparó al aire para controlar a la multitud y más tarde pidió refuerzos, de acuerdo con la agencia IANS.

"Normalmente los presos están en celdas separadas, no sé por qué todos estaban juntos hoy", manifestó el superintendente de Policía Arpit Shukla.

La situación de las cárceles indias ha sido objeto de denuncias en varias ocasiones por las condiciones de escasa seguridad, hacinamiento y precariedad sanitaria de los presos, cuyo número rebasa con frecuencia la capacidad de los penales.

El pasado 16 de diciembre 299 presos escaparon de una cárcel del centro de la India tras arrebatar un arma a un vigilante y reducir a los tres guardas restantes.