El incidente sucedió en Wimpassing, a unos 50 kilómetros al sur de Viena, cerca de las 22.00 horas (20.00 GMT) en una estación de autobús, cuando el atacante disparó dos veces con una escopeta contra un compañero de trabajo, de 58 años, al que acusaba de tener una relación amorosa con su esposa.

Después de cortarle el pene, depositó el miembro al lado del cadáver de su víctima, y trató de huir pero fue detenido pocos minutos después al ser denunciado por unos vecinos que habían observado el suceso.

El atacante, de origen turco, manifestó durante los primeros interrogatorios que sospecha que su mujer, de 67 años, mantenía una relación amorosa secreta desde hace 20 años con ese hombre, también originario de Turquía.

Según la policía, el supuesto asesino no se arrepiente de lo sucedido ya que asegura que de esta forma se "ha restablecido su honor".