El marinero peruano, afincado en Cangas (Pontevedra), Carlos Buenaventura Valladares, cuyo cadáver permaneció más de un mes congelado en un contenedor a bordo de un mercante británico, arribó ayer al puerto de Vigo donde sus familiares, visiblemente afectados, recibieron el cuerpo.

Alrededor de las 17.45 horas de ayer el barco arribó procedente de la localidad británica de Portland, de donde zarpó el pasado miércoles. A él subieron las autoridades y los familiares del marinero para realizar las tramitaciones correspondientes, proceder a la identificación del cadáver y recoger los efectos personales del marinero.

Estas tramitaciones se prolongaron en torno a una hora y media, en la que los hermanos, la mujer y la madre de Carlos Buenaventura dieron muestra del dolor acumulado en su larga espera, desde que el pasado 22 de febrero falleció su familiar en la isla de Santa Helena, frente a las costas africanas, tras sentirse indispuesto en el barco en el que faenaba, el 'Costa do Ceo'.

Ahora, los profesionales encargados de realizar la autopsia del marinero deberán esperar unas 48 horas hasta que el cuerpo se descongele y poder proceder al requerimiento realizado por la familia.

El cuerpo fue recogido por el mercante inglés 'Santa Helena', que no lo pudo traer a puerto hasta ayer, tras sufrir varios percances que se vieron agravados por las inclemencias del tiempo. Así, el carguero realizó una parada en Tenerife, en la que no pudo desembarcar el cuerpo por problemas burocráticos, y otra en Portland (Gran Bretaña), de donde no pudo salir hacia Galicia hasta el pasado miércoles debido a una avería. Finalmente, el cuerpo llegó a tierra ayer alrededor de las 17.45 horas.

Hasta aproximadamente mañana por la tarde no se podrá practicar la autopsia, que será costeada por la mutua aseguradora de empresa para la que trabajaba el fallecido. Ésta fue requerida por los familiares y no por el juez que lleva el caso.