Migración

Cuando el estatus migratorio dificulta la protección frente a la violencia machista

Una de cada tres asesinadas por violencia de género son extranjeras

Velas depositadas en un acto de repulsa frente al Ayuntamiento de Martorell en protesta por el asesinato de Mercedes, la primera víctima de violencia machista este año en Cataluña en 2022.

Velas depositadas en un acto de repulsa frente al Ayuntamiento de Martorell en protesta por el asesinato de Mercedes, la primera víctima de violencia machista este año en Cataluña en 2022. / EFE

Violeta Molina Gallardo

Una de cada tres víctimas asesinadas por violencia de género en España es extranjera, sin embargo las mujeres migrantes sólo representan el 5,8 % del total de población. Una alianza de asociaciones feministas migrantes denuncia la "sobrerrepresentación" de migrantes en los feminicidios, resultado de brindar una menor protección y de mayores trabas en el acceso a los recursos disponibles a las víctimas de violencias machistas extranjeras.

Más de dos docenas de organizaciones migrantes y feministas, entre ellas la Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) y Red Latinas, se han unido para evidenciar esta vulnerabilidad y denunciar los "muros invisibles" que se encuentran las víctimas migrantes de las violencias machistas, que el estatus migratorio es un lastre para ellas.

Sobrerrepresentación de mujeres extranjeras

"Denunciamos que la violencia de género es una vulneración de los derechos humanos de todas las mujeres, pero en el cuerpo de las mujeres extranjeras el estatus migratorio va a condicionar el acceso a recursos y protección y esto es una forma de discriminación de las mujeres migrantes y racializadas", ha explicado en rueda de prensa la portavoz de Red Latinas, Lucy Polo.

Desde 2003, 1.195 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España y, de ellas, 396 eran extranjeras, un 33 %. Las impulsoras de la iniciativa "Muros invisibles" han sostenido que entre ellas, el porcentaje de denuncia previa era 7 puntos superior al de las víctimas mortales españolas.

Según las organizaciones de mujeres migrantes, el porcentaje de activación de la protección policial es más alto entre las mujeres españolas (que cifran en el 50,4 %) que para las extranjeras (46,6 %).

"La situación de precariedad de las mujeres migrantes es una de las barreras más importantes que les impiden salir del círculo de la violencia. La alta representación de las mujeres migradas en las cifras de violencia machista no es casualidad, son mujeres que viven situaciones que las llevan a caer con más facilidad en la violencia", subrayan las organizaciones. Discriminación, racismo, desempleo, economía sumergida, falta de cualificación, falta de redes de apoyo, desinformación, dificultad a la hora de acceder a una vivienda...

Antonia Ávalos, en representación de Mujeres Supervivientes, ha señalado que el proceso legal para obtener una orden de protección o llegar a una sentencia condenatoria es "doblemente duro" para víctimas sin recursos, sin apoyo familiar o que no hable el idioma.

La víctima perfecta

Los agresores utilizan además el recurso del miedo amenazándolas con que serán deportadas para evitar que los denuncien. La ley contempla cauces de regularización para las víctimas, pero es necesario que denuncien para ello y muchas ni siquiera están informadas de este derecho. Las organizaciones piden que la acreditación no implique denuncia policial.

Las impulsoras de "Muros invisibles", que pretende visibilizar las dificultades añadidas que supone para una mujer maltratada extranjera poder salir de la violencia, han indicado que las leyes contra las violencias machistas en España responden a un estereotipo de víctima ideal y no responden a las realidades que experimentan las mujeres migradas, sus hijos e hijas.

Polo ha enfatizado que sigue vigente el estereotipo racista y machista que considera que las víctimas extranjeras son "mentirosas y manipuladoras" y denuncian para conseguir la documentación que les permita permanecer en España. Consideran un error condicionar la protección de estas mujeres a la denuncia, pues muchas tienen miedo de ser deportadas o de que les quiten a sus hijos si lo hacen y, por tanto, no dan el paso.

Hodan Sulaman, de Médicos del Mundo, incide en que apenas un 20 % de estas víctimas denuncia y que esa cifra es "prácticamente nula" en el caso de las mujeres africanas: "Forzar a denunciar no funciona, las mujeres migrantes necesitamos soporte", afirma. Y critica que no se dé prioridad a las peticiones de asilo de mujeres que afirman ser víctimas de violencias machistas.

La falta de personal especializado en multiculturalidad en los centros de primera línea que atienden a las mujeres y en la justicia y la policía agravan esa situación, según las denunciantes.

"Hay racismo en los servicios sociales y desde las organizaciones lo vivimos todos los días. Nos miden con un parámetro diferente que a la raza blanca", destaca Sulaman.

Las organizaciones de mujeres impulsoras de "Muros invisibles" consideran que no puede pasar ni un minuto más sin legislar contra la violencia institucional contra las mujeres y sin dar una respuesta específica a las víctimas y las supervivientes migrantes, en particular las que se encuentran en situación administrativa irregular.

Violencia institucional que puede adoptar la forma de incomprensión, falta de empatía o rechazo por parte de las personas que deben ayudarlas, o bien falta de perspectiva interseccional, falta de personal, descoordinación o lentitud en otros casos.

Propuestas de políticas públicas

Esta iniciativa propone varias decenas de medidas para acabar con estas dificultades y erradicar esta "violencia institucional". En primer lugar, que se modifique la ley de extranjería para no exigir denuncia a las víctimas como requisito para poder obtener un permiso de residencia, pues debería bastar con una acreditación de los servicios sociales o sanitarios.

También solicitan que se regularice a hijos e hijas de las víctimas que se encuentren en situación irregular, que se modifique la ley del sólo sí es sí para poder atender a víctimas de mutilación genital femenina que hayan sufrido violencia sexual en otros países de tránsito u origen.

Consideran que hay que garantizar el acceso a la salud, dar formación especializada antirracista e interseccional a las operadoras del 016 y a todas las personas que estén en contacto con las víctimas y sus hijos e hijas y que el Estatuto de la Víctima acredite la figura de mediadoras culturales y promotoras comunitarias.

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El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

Las víctimas de maltrato sordas, con discapacidad auditiva, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.