La presión de los cánones de belleza

Alerta por el regreso de la delgadez extrema como modelo estético

El ‘body positive’ retrocede en favor del canon de 'cuanto más flacas, mejor' de los 90 y de principios del siglo XXI | "Nunca hemos dejado de vivir en una sociedad grasofóbica y la moda siempre ha banalizado nuestros cuerpos", señala Júlia Barceló

Alerta por el regreso de la delgadez extrema como modelo estético.

Alerta por el regreso de la delgadez extrema como modelo estético.

Natalia Araguás

Pantalones de cintura bajísima, combinados con una camiseta corta que deja al aire el ombligo. Esta tendencia, solo apta para el lucimiento de cuerpos jóvenes con abdominales de hierro, ya estuvo de moda en los 90 y a principios de siglo: suya la hicieron de Christina Aguilera a Gwen Stefani, pasando por Keira Knightley o las Destiny Child. Ahora vuelve bajo la etiqueta Y2K (year 2000), que nos retrotrae al estilo de los primeros años del milenio, como faldas sexys de estilo colegial a lo Britney Spears o microtops que descubren la parte baja de los senos.

Tras años de 'body positive' y reivindicación de la diversidad de los cuerpos, ahora que hasta Netflix había dado por enterrado el modelo de Abercrombie&Fitch (ropa vendida y comprada sólo por jóvenes blancos, guapos y apolíneos), Tik Tok e Instagram se pueblan de outfits en los que más que las prendas, se enseña el cuerpo.

Una modelo desfila con un top y una minifalda de Miu Miu.

Una modelo desfila con un top y una minifalda de Miu Miu.

No en vano, de los diez momentos culmen que nos deparó la moda en el 2022, según la revista 'Time', al menos tres no hubieran sido posibles sin un alarde de delgadez de por medio. Para empezar, la metamorfosis de Kim Kardashian en Marilyn Monroe para la Met Gala 2022 en mayo: tuvo que perder siete kilos en menos de tres semanas para caber en aquel vestido con el que la actriz le cantó el ‘Happy birthday, Mr. President’ a John F. Kennedy seis décadas atrás.

Kim Kardashian, con el icónico vestido de Marilyn Monroe.

Kim Kardashian, con el icónico vestido de Marilyn Monroe. / Dounia Sbai

O la modelo Bella Hadid, dejándose pintar semidesnuda con aerosol aquel vestido en el desfile de Coperni en la Semana de la Moda de París que luego se materializaría en un tejido blanco y flexible. Bella Hadid había confesado meses antes haber dejado atrás serios desórdenes alimentarios: "En el instituto, comía tres frambuesas y una rama de apio en el almuerzo", declaró a 'Vogue', provocando el efecto contrario al que previsiblemente perseguía. En vez de concienciar contra los peligros de la anorexia, varias cuentas de TikTok alertaron que con un audio de la modelo ("Hola, soy Bella Hadid") se estaba hablando de ayuno o de dietas draconianas en la plataforma.

Y por último, el conjunto más viral del año 2022, la clásica falda tableada de colegiala en versión extracorta de Miu Miu, a juego con un top mínimo, que la marca presentó en el desfile de moda Primavera/Verano 22, proyectando al final un corto que hacía mofa de los glúteos grandes, el llamado 'Brazilian butt lift'. Tiene hasta un perfil propio de Instagram, @miumiuset, que reúne sus apariciones. Han lucido el conjunto de Miu Miu desde Nicole Kidman en la portada de 'Vanity Fair', a Zendaya o Emily Ratajkowski, que presumió de AB crack, su mítica línea marcada en el abdomen, solo ocho meses después de dar a luz. "Estuve a punto de no publicar esas fotos porque sabía la controversia que iban a causar, pero es mi puto cuerpo y no me voy a avergonzar", resolvió Emily Ratajkowski sobre las críticas. 

Nicole Kidman, en la portada de 'Vanity Fair'.

Nicole Kidman, en la portada de 'Vanity Fair'.

La moda banaliza

"Nunca hemos dejado de vivir en una sociedad grasofóbica y la moda siempre ha banalizado muchísimo nuestra salud y nuestros cuerpos", señala Júlia Barceló, actriz, directora y autora del libro 'Operación Bikini', una ficción sobre una adolescente que lleva a cabo una carrera contrarreloj para adelgazar antes de celebrar una fiesta de cumpleaños en la playa porque no le gusta su cuerpo.

A juicio de Júlia Barceló, que como actriz nunca dejó de sentir la presión estética y ahora trata de concienciar de los peligros de la gordofobia a través de su obra y de las redes sociales, por mucho que el confinamiento pusiese de moda el 'oversize' y la ropa deportiva, siempre estuvo claro cuál era el canon. También 'The New York Times' reflexionaba en noviembre sobre la presunta vuelta del 'heroin chic', esa estética que pautaban en los 90 modelos escuálidas y ojerosas entre las que Kate Moss era el máximo exponente: "El ideal superdelgado no está de vuelta: nunca se fue", sentenciaba el diario neoyorquino. 

Trastornos alimentarios

Si ya a finales de los 90 el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, advirtió de los peligros del 'heroin chic', haciendo un llamamiento a marcas y anunciantes a no glamurizar el aspecto de los adictos, ahora hay que sumarle la presión de las redes sociales, entonces inexistentes. Según alerta la web de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), la adolescencia es la edad crítica para los trastornos de la conducta alimentaria, pero cada vez surgen más casos a una edad más temprana, en torno a los 8 o 9 años. "La presión social para adelgazar, las redes sociales, la necesidad de ser aceptado y la preocupación por un ideal estético delgado asociado al éxito social, familiar y profesional podrían ser factores que explicaran esta mayor vulnerabilidad fisiológica a presentar un TCA de las mujeres jóvenes", subrayan desde la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia.  

"Las redes sociales también son una ventana a referentes distintos a los que marcan las revistas o las pasarelas, que en la época de la 'Super Pop' no teníamos", recuerda Júlia Barceló. Cuerpos no normativos como los de la escritora y guionista Lena Dunham o la cantante Tokischa, activistas como la actriz Mara Jiménez (@croquetamente) o la nutricionista antidieta Raquel Lobatón encuentran su espacio. "Cualquier ideal estético que nos dicte que un cuerpo es válido y otro no es negativo. Dar a entender a cualquiera que puedes cambiar tu cuerpo a tu gusto es un mensaje terrible y neoliberal", remata. 

Fueron precisamente las Kardashian, principales precursoras de la estética 'curvy' y los traseros voluminosos, las primeras en apuntarse a la nueva tendencia de la extrema delgadez. Desde su aparición en la Gala Met 2022, Kim no ha hecho sino reafirmar su nueva silueta y especialmente llamativa es la pérdida de peso de Khloe, que ha hecho saltar todas las alarmas.

"Debemos de acabar con la presión estética en todos los sentidos y queda mucho por hacer, genera mucha impotencia, dolor, trastornos ambulatorios y ansiedad en los chavales", advierte Carme Duran, que imparte talleres sobre cuerpo, afectividad y sexualidad en colegios, institutos y centros de FP con la cooperativa Candela. "Mi principal consejo a los chicos es que 'gordo' no es un insulto, es un tipo de cuerpo. Y sobre todo, que tengan experiencias románticas y sexuales con gente maja. Que intentemos cuidarnos entre todos", concluye.