HISTORIA CON FINAL FELIZ

El anuncio de la Lotería de Navidad se hace real en Castellón

Dicen que la realidad supera a la ficción y buena prueba de ello es lo sucedido esta semana en la Vall, con un hallazgo y un desenlace que bien podrían haber protagonizado la promoción del sorteo de los décimos

Una persona recoge un décimo de la Lotería de Navidad, en una imagen promocional del sorteo de este año.

Una persona recoge un décimo de la Lotería de Navidad, en una imagen promocional del sorteo de este año.

Mònica Mira

Cuando Loterías del Estado definió la campaña de promoción del Gordo de Navidad de este año no podía haberse acercado más a la realidad. Esa realidad a veces inverosímil y otras anónima, pero que en todos los casos habla de generosidad, de personas que piensan en otras personas y hacen todo lo posible por ayudar con gestos sencillos, pero relevantes, porque quién sabe si pueden cambiar la vida del prójimo. Varios cientos de miles de euros sin duda lo facilitarían.

Un relato que bien podría haber protagonizado el emblemático anuncio de la Lotería ha sucedido esta misma semana en la Vall d’Uixó (Castellón). Un vecino de la plaça del Centre, al salir de casa, se encontró un sobre con un nombre: Nerea. Podía haberlo dejado en el suelo, tirarlo a la papelera... pero lo abrió e hizo un hallazgo que no lo dejó indiferente. Dentro había una participación de un décimo del Gordo.

Con el descubrimiento en el bolsillo se fue al trabajo y lo compartió con sus compañeros. Les consultó qué podía hacer para intentar encontrar a su legítima propietaria. Ninguno conocía a una Nerea a quien poder preguntar y por donde poder empezar. Tenían los datos de la depositaria del décimo y su DNI, pero no había ningún teléfono. Y entonces pensaron que las redes sociales, con sus alargados y muchas veces efectivos tentáculos, serían una buena opción. Ese boca a boca virtual con una velocidad 5G.

Dicho y hecho. Mayte, una de las compañeras, lo publicó en sus redes. En cuestión de horas, más de 100 personas lo habían compartido. Esa cadena de favores a la que da vida la esperanza, la de que, quién sabe, si tenían entre manos el número ganador del próximo 22 de diciembre, hizo su magia. Mayte recibió antes de acabar el día un mensaje privado de una chica. Su nombre: Nerea.

Una publicación en las redes sociales fue el método más efectivo para dar con la propietaria del décimo.

Una publicación en las redes sociales fue el método más efectivo para dar con la propietaria del décimo.

En la publicación original, había dado muy poca información: "Encontrado en la calle. Si alguien lo identifica, contactar por privado". Nada más. Ninguna pista, aparte de la foto del décimo y de la acreditación de la participación con los datos privados tachados.

El mensaje con el que Nerea se comunicó con Mayte no le dejó dudas. "He perdido el décimo en la plaça del Centre". En ningún momento habían dado el dato sobre el lugar en el que lo habían encontrado, por lo que no hizo falta más información para demostrar que ese décimo le pertenecía. Un bonito final feliz.

Sorprendente coincidencia

Pero esta historia tiene un elemento adicional que la dota de mayor grado de excepcionalidad. Cuando el compañero de Mayte le enseñó el décimo lo tuvo que revisar un par de veces. El 09227. Ese número le sonaba. No tardó en comprobar que ella misma tenía una papeleta con una participación del 09227.

Millones de personas, como cada año, estarán pendientes del sorteo del Gordo de Navidad el próximo 22 de diciembre, dentro de exactamente 7 días. Entre ellas, de buen seguro, estarán estas valleras que, casi de forma inevitable, vivirán el recitar de los niños y niñas de San Ildefonso con un pálpito especial.

¿Cuántas probabilidades hay de que toque el Gordo? Tal vez tantas como de que alguien encuentre un sobre en la calle y lo abra; otro alguien publique el hallazgo en redes; de que ese mensaje llegue a la persona interesada y que, sin conocerse, compartan la cifra de la ilusión.