En Europa, y hasta el 8 de noviembre, se habían identificado 25.375 casos confirmados de viruela del mono, según el último informe publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Un brote que, en España -con 7.377 confirmados- los médicos dan por controlado: ni ven casos ni sospechas. Eso sí, advierten que la enfermedad ha tenido "el patrón típico de una epidemia" y no está de más mantenerse alerta. Así lo explica a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, el doctor Pablo Fernández González, dermatólogo en el madrileño Hospital Ramón y Cajal y máster en Medicina Tropical de la Universidad Autónoma de Madrid.

El doctor Fernández González es uno de los portavoces de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) para la viruela del mono. A finales de agosto, el especialista hablaba con este diario y explicaba que el brote, que tuvo su momento álgido en julio, ya comenzaba a estabilizarse y, entonces, de ver dos o tres pacientes al día, habían pasado a ver dos o tres por semana. En estos momentos, añade el médico, apenas ven casos, ni tan siquiera sospechas, pese a que España -con la Comunidad de Madrid encabezando el ranking- llegó a situarse como uno de los países europeos con más notificaciones.

Madrid, con 2.521 afectados; Cataluña, con 2.226 y Andalucía, con 881, son las comunidades con más notificaciones

Con datos del Ministerio de Sanidad extraídos del Sistema de Vigilancia (SiViEs), del 10 de noviembre, en España se han notificado 7.377 casos confirmados. Madrid, con 2.521 afectados; Cataluña, con 2.226 y Andalucía, con 881, son las comunidades donde se han registrado más afectados. Un total de 7.218 casos son hombres y 159 son mujeres; la edad oscila entre 7 meses y 88 años, con una media de 37 años. El 66,7% de los casos tenía entre 30 y 49 años.

Respecto a los aspectos clínicos, el último informe de Sanidad indica que un total de 5.348 casos (72,5%) presentaron alguna sintomatología general a lo largo de su proceso clínico (fiebre, astenia, dolor de garganta, dolor muscular o cefalea), siendo la fiebre la más frecuente. El exantema (erupción de la piel) se localizó en la zona anogenital en el 63,7% de los casos. La mediana de días entre la fecha de inicio del primer síntoma y la fecha de aparición de esta erupción para los 6.288 casos que disponen de información fue de 0 días. Además, un total de 473 pacientes de los 5.787 con información (8,2%) presentaron complicaciones a lo largo de su proceso clínico.

Explosión de casos

A pie de consulta, lo que ha visto en el Hospital Ramón y Cajal el doctor Pablo Fernández González es que la viruela del mono "ha tenido el patrón típico de una epidemia". A modo de balance habla de una enfermedad "no conocida en nuestro medio y sí en muchos países en donde era -y sigue siendo, advierte- endémica. "Conocíamos que podría dar un brote epidémico en nuestro medio, se sabía, se hablaba en foros de medicina tropical, de dermatología; eso podíamos sospecharlo, lo que nunca sospechas es cuándo se va a producir, como pasa con todas las epidemias y las pandemias", añade.

Las enfermedades emergentes, advierte, son "impredecibles e inevitables y tenemos que estar preparados", señala el dermatólogo

El dermatólogo afirma que lo complicado es "saber en qué momento se va a producir una explosión de casos". El mensaje clave es que es "muy importante detectar y conocer estos potenciales patógenos y tener las herramientas suficientes para reaccionar de la manera más rápida cuando aparece un brote de estas características". Las enfermedades emergentes, advierte, son "impredecibles e inevitables y tenemos que estar preparados". Así, si se habla de viruela del mono, explica que los médicos han visto "el patrón típico de una epidemia, de un virus emergente que se ha introducido en una población susceptible y por eso ha habido una explosión de casos pero, también gracias a la vacunación, se ha conseguido controlar".

"Tenemos que seguir investigando para conocer mejor el virus y sus características epidemiológicas y clínicas", indica el dermatólogo

Ahora, indica, apenas ven casos. Ni sospechas. Eso sí, por su experiencia, explica que, aunque no es el mismo nivel de alarma, no se debe bajar la guardia. "Ahora ya no tenemos este problema, pero conocemos cómo se ha comportado, cómo puede empezar esta enfermedad, por eso tenemos que seguir investigando para conocer mejor el virus y sus características epidemiológicas y clínicas", asegura el dermatólogo. Por ejemplo, se está trabajando en estudios de inmunidad, en cómo se comporta...enumera.

Eso sí, en la mayoría de los casos, concluye el médico, se ha tratado de "una enfermedad benigna"

En cuanto a la presentación del cuadro clínico, el médico habla de un perfil muy heterogéneo. "Algunos pacientes presentaban lesiones salpicadas; otros, una lesión única; otros más generalizadas...", describe. Los médicos no han encontrado "ningún patrón que lo explique". En algunos pacientes, han visto cicatrices de esas lesiones, detalla, pero, como todavía son muchas las dudas que persisten en torno a una enfermedad que siguen investigando, también era "poco predecible" quien iba a o no a tener esa marca lo mismo que, todavía, desconocen si esas cicatrices permanecerán en el tiempo. Eso sí, en la mayoría de los casos, concluye el médico, se ha tratado de "una enfermedad benigna".