El eldense Juan Romero Rubio no da crédito a sus 77 años lo que le acaba de ocurrir. "No sé si reír o llorar", dice.

Un vecino del bloque de pisos del barrio Huerta Nueva donde vive lo ha denunciado por criar una salamandra y domarla como si de un perro se tratara.

La situación se hubiera quedado en mera anécdota si no hubiera sido por la intervención del departamento de Protección Animal del propio Ayuntamiento de Elda que, tras abrir un expediente, envío incluso al domicilio del denunciado a la Policía Local para investigar los hechos y tratar de localizar al pequeño reptil.

En su propio informe el agente actuante expresaba sus dudas sobre la credibilidad de la denuncia después de consultar a expertos. "Puede ser que esta persona juegue con la salamandra pero de ahí a que tenga la posibilidad de ponerlas a criar es casi imposible. Además, durante el periodo de verano estos reptiles suelen aparecer con mucha facilidad en balcones y ventanas para alimentarse", puntualizó.

Imagen de una salamanquesa. José Carlos Monzó

300 euros de multa

A pesar de ello se comunicó por escrito al jubilado Juan Romero que la ordenanza municipal sobre tenencia y protección de animales obliga, según establece el artículo 26, a que "la tenencia de animales de compañía en viviendas urbanas y no urbanas no atenten contra la higiene y la salud pública, y no causen molestias a los vecinos de forma frecuente".

Pero lo que más le preocupó es la posibilidad de que se le aplique el artículo 99 porque conlleva multas que pueden alcanzar hasta los 300 euros: "Los propietarios de animales que por cualquier circunstancia y de una manera frecuente produzcan molestias al vecindario, sin que se tomen las medidas oportunas para evitarlo, serán sancionados con multas de 30,05 a 300,51 euros y, en caso de reincidencia, los animales podrán serles confiscados por la autoridad, que dará a los mismos el destino que crea oportuno".

El denunciado relatando lo que le ha ocurrido. J.C.G.P.

Diez días le concedió el departamento municipal de Protección Animal para adoptar las medidas necesarias que eviten las molestias porque, de no ser efectivas, "se podrá iniciar un expediente sancionador por incumplimiento de la ordenanza".

"Al principio pensaba que todo esto era una broma. Tuve que leer y releer muchas veces la notificación del Ayuntamiento porque no me lo podía creer. Pero luego, cuando fui al Ayuntamiento y comprobé que era verdad, me cogí un buen berrinche. Y lo que más me cabreó es que las autoridades le dieran credibilidad a una cosa tan absurda y además con una multa de 300 euros que, para un humilde jubilado como yo, es una barbaridad de dinero", comentaba ayer a este diario señalando el balcón de su vivienda.

"En verano cuando salgo a tomar el fresco por las noches he visto bichitos de esos por la fachada, acercándose a la farola para cazar insectos, pero ¿cómo puede alguien acusarme de que yo los crío?", se preguntaba mientras repetía una y otra vez: "esto no me cabe en la cabeza, yo alucino, mis hijos y mis amigos también están alucinando desde que les conté lo que me había ocurrido...es que es increíble y más increíble es que en el Ayuntamiento pierda el tiempo con una estupidez tan grande", se reiteraba Juan Romero.

Es una salamanquesa

Un buen amigo le ayudó a redactar el escrito de alegaciones en el que solicitaba el archivo de la denuncia por "el carácter incongruente a todas luces de esta denuncia maliciosa". Tras aclarar en primer lugar el error en la identificación del animal, que no es una salamandra sino una salamanquesa común conocida popularmente como geco, dragón o "dragonet", alega que "la Tarentola mauritanica no es una mascota que se pueda domesticar por su carácter silvestre y huidizo por lo que yo difícilmente, por no decir imposible, puedo poseer una, salvo que la tuviera encerrada en una caja, lo cual no es el caso porque a mi me gustan los animales y soy totalmente contrario a tenerlos encerrados".

En cualquier caso se trata de un reptil completamente inofensivo y beneficioso para el ser humano por su alimentación insectívora, ya que se nutre especialmente de mosquitos y cucarachas. Es más, muchos biólogos fomentan que estos animales puedan tener puntos de cría en viviendas.

"Esta es la historia y no sé si reír o llorar", concluye el vecino del barrio Huerta Nueva denunciado por criar una salamandra que ocasiona enormes molestias..