Mientras el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se encuentran en Palexco de A Coruña por la cumbre hispano-alemana, un grupo de activistas de Greenpeace se colgó de la Casa Molina, en O Parrote, con un mensaje claro: "El dinero del Midcat, para renovables justas ya".

Cuatro personas, con un mono rojo, aparecieron en la fachada de este edificio y desplegaron una enorme pancarta amarilla y verde para mostrar su rechazo al gasoducto Midcat, un proyecto creado al inicio de los 2000 para transportar gas desde la Península Ibérica hacia el norte de Europa que se encuentra inacabado. Quedan aproximadamente 220 kilómetros por hacer, y se calcula que la inversión sería de 370 millones de euros.

La acción de Greenpeace llamó la atención de los viandantes, que se acercaron hasta la Casa Molina para fotografiar la pancarta. Varios agentes de la Policía Nacional que vigilaban la zona por la cumbre hispano-alemana acudieron a la puerta del inmueble para detener la protesta.