"¡Ojalá sea una realidad!". Este comentario, a medio camino entre la incredulidad y la esperanza, era el que más se repetía este jueves en los chats de whatsapp de empresarios de la zona de Punta Ballena, en Magaluf, después de conocer la advertencia lanzada por el rey británico del cannabis medicinal, Maximilian White, que dijo que quería comprar todos los establecimientos para clausurarlos tras la muerte de su hermano en un incidente en una discoteca. "Compraré [los locales de] esta calle de Magaluf y los clausuraré permanentemente si tengo que hacerlo, porque es un peligro para las personas. La calle no está controlada", manifestó. 

Por lo general, los empresarios se lo han tomado con escepticismo, al entender que se trata de una bravuconada de White, como consecuencia del duelo profundo que sufre por la muerte de su ser querido. Aun así, puestos a conjeturar, algunos también lo miran con cierto aire de esperanza para aliviar su situación económica tras unos años especialmente duros para el sector del ocio nocturno de la calle que nunca duerme de Magaluf. Las restricciones que se instauraron por la pandemia dejaron sin prácticamente actividad a Punta Ballena en 2020 y 2021, y esta temporada el sector empieza a recuperarse "aunque todavía costará años recobrar el nivel de antes", apunta una fuente consultada.

Mientras, desde el ámbito político municipal no se entró a realizar elucubraciones sobre el tema. El gobierno municipal aseguró que está centrado en "trabajar para el cambio de modelo", profundizando en la renovación de la fisonomía de la zona. 

En este sentido, el Consistorio mencionó el proyecto de reconversión del paseo marítimo de Magaluf, así como los planes de reforma comercial y hotelera, La política municipal, agregaron desde el Ayuntamiento, mantiene el foco además en aplicar con "más fuerza y efectividad que nunca" el decreto de excesos.