Las fiestas de exaltos cargos nazis que se escondieron en Dénia se alargaron "hasta bien entrada la Transición", relata el actual alcalde de la ciudad, el socialista Vicent Grimalt, que entre 1971 y 1981 tocó la trompeta junto al resto de músicos de la banda local en alguna de esas celebraciones. "Aquí lo sabía todo el mundo", cuenta Grimalt en una entrevista a Efe en la que lamenta que esas celebraciones sirvieran para agasajar al antiguo oficial de las SS Gerhard Bremmer. Tenían lugar cada 25 de julio, el día del cumpleaños del militar nazi.

Las sonadas fiestas de los nazis en Dénia que llegaron hasta la Transición. L-EMV

El alcalde expone que estas fiestas estaban "normalizadas" y "casi institucionalizadas" desde que un puñado de exmilitares nazis se exiliara a la Marina Alta y esquivara los juicios por sus crímenes. Dénia y su comarca fueron algo más que un escondrijo. Desde aquí se ayudó, con la complicidad de la dictadura de Franco, a otros nazis a escapar a Sudamérica.

Aunque ficcionada, la película "El Sustituto", estrenada este octubre y que cuenta con los actores Ricardo Gómez y Vicky Luengo como parte del reparto, muestra parte de una realidad contada antes por el periodista Joan Cantarero y por la escritora Clara Sánchez, pero de la que no se sabe demasiado. Durante la conversación con Grimalt, se citan nombres, pero sobre todo rumores recurrentes cuando alguien menciona la palabra 'nazi' en Dénia: desde que la estación radiofónica de Les Rotes servía para mandar mensajes a Alemania hasta que Hitler no había muerto y se escondía en el Montgó.

Entre las pocas certezas, sin embargo, está la de las fiestas, sobre las que Grimalt afirma que estaban "normalizadas" y que "por miedo, porque a lo mejor hacían donaciones a la banda o por lo que fuera, nadie se metía con eso".

"Cuando uno lo ve con el paso del tiempo dice ‘vaya tela, la que nos metieron’", relata el regidor, que expone que a la primera que acudió fue en 1971, con apenas once años, "aunque bastantes años atrás ya se hacían", al tiempo que recalca que la banda de música local acudió a estos eventos hasta 1981, cuando el nuevo director se negó a que siguieran tocando.

Grimalt relata que estas fiestas se celebraban el 25 de julio de cada año, en una jornada que "empezaba a las 10.30 horas, cuando venían trabajadores de la casa de Bremmer a la plaza del Convent con coches de la marca Mercedes, algo que en aquella época era espectacular, y nos llevaban a la urbanización. Allí se abrían las puertas y aparecían él -Bremmer- con el uniforme militar de las SS y su mujer con el traje típico bávaro".

La banda "hacía una procesión hasta una plazoleta con césped y empezábamos a tocar pasodobles hasta acabar con el Coro de peregrinos de Tannhäuser, de Richard Wagner, y con el pasodoble de Valencia del maestro Padilla".

El regidor advierte de la tolerancia franquista con los prófugos nazis que incluso hacían escala en Dénia para partir hacia Sudamérica: "Aún se pueden ver marcas de un embarcadero desde el que se supone que llegaban pequeñas lanchas para trasladar a estas personas a barcos más grandes que se encontraban mar adentro".

"Por lo que se sabe, había peores que él -en referencia al oficial Bremmer- escondidos en el Montgó y que no salían para nada", incide el alcalde socialista, que asegura que, pese a su condición de exaltos cargos nazis y las fiestas realizadas en el interior de sus casas, "nunca hacían ninguna ostentación de haber sido nazis, porque cuanto más desapercibidos pasaran, mejor para ellos".

Preguntado por cuál sería la causa que les llevaría a trasladarse a Dénia, sostiene que la ciudad "nunca se ha caracterizado por ser un pueblo de derechas", por lo que "como en la Costa del Sol, vinieron aquí en busca de un sitio tranquilo, con el mar cerca y con un buen clima, con la excusa de pasar los veranos aquí y luego quedarse".

No obstante, señala que Dénia siempre ha sido cosmopolita y es normal la presencia de extranjeros. Los nazis "podían, por tanto, pasar desapercibidos".

Grimalt concluye que los alemanes que residen en Dénia actualmente "nada tienen que ver" con los de aquella época.