Silvana Mangano se convirtió en una sex symbol internacional en 1949, con la exhibición de 'Arroz amargo'. Poco antes había competido con Sophia Loren por el título de Miss Italia.

Pero 'Arroz amargo', que contenía algunas de las escenas más sensuales (y sexuales) del cine de su tiempo, distaba mucho de ser un mero vehículo de lucimiento de la actriz: era una excelente película encuadrada en el neorrealismo italiano, con dosis de reivindicación social y aderezada con suspense.

A España llegó cuatro años tarde, y lo hizo con tantos cortes que resultaba inentendible para todos. Desde luego, el baile del boogie woogie no llegó hasta dos décadas más tarde, concretamente hasta 1970, cuando el film se reestrenó en el reducido circuito de Arte y ensayo, y la Mangano se equiparó a la Hayworth de ‘Gilda’en su capacidad por provocar el escándalo.