"Que dónde tengo puestos los ojos? Le estoy mirando los pezones porque temía que acabaran en mi plato. En mi rostro se puede ver el miedo. Estaba asustada ante la idea de que todo lo que había dentro de ese vestido estallase y se desparramara por encima de la mesa". Esto es lo que comentó Sophía Loren muchos años después de la famosa foto. Ocurrió en 1957, en una fiesta que le ofreció la Paramount para celebrar un contrato que la llevó a hacer diez películas con los estudios, con directores como Stanley Kramer, Cukor o Hathaway. En realidad no era la primera vez que Mansfield se prestaba a uno de estos números. Poco antes ya lo había hecho con Marilyn Monroe.

En realidad hubo muchas otras fotos de aquel encuentro, pero, como dice Sophia, ésta es la que explica realmente cómo fue aquella situación de verdad.

La actriz afirma que a lo largo de su carrera le han ofrecido muchas fotos para que firme, pero ésta es la única que no lo hace, “por respeto a Jane Mansfield, que ya no está entre nosotros”, ya que murió diez años después de aquella instantánea.