El 98'7 % de los mayores vacunados contra el coronavirus en residencias de la Comunitat Valenciana ha desarrollado anticuerpos tres meses después de la segunda dosis, mientras que, en el 1'3 % restante, dos terceras partes de estas personas desarrollaron otro tipo de inmunidad, los linfocitos T.

Así lo recoge un estudio elaborado por el Programa Valenciano de Investigación Vacunal COVID-19 (ProVaVac), que también ha analizado los efectos secundarios de la inmunización y ha concluido que casi tres de cada cuatro personas no han tenido síntomas o los reportan como leves.

Las conclusiones se este estudio se han dado a conocer tras las reunión celebrada este martes entre el president de la Generalitat, Ximo Puig, y personas expertas del programa ProVaVac, a la que también han asistido la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

Tras la reunión, el director científico de Provavac, David Navarro, y el epidemiólogo del área de investigación en servicios de salud de FISABIO, Salvador Peiró, han expuesto los primeros resultados de esta investigación que la Generalitat ha impulsado aprovechando la campaña de vacunación masiva.

Por un lado, se ha analizado la protección que aportan las vacunas en las residencias de las personas mayores, a partir de una muestra de 881 mayores de 13 residencias vacunados con Pfizer, a los que se hizo test rápidos de detección de anticuerpos tres meses después de recibir la segunda dosis.

El estudio ha concluido que la protección ofrecida por las vacunas en estos centros es muy elevada, con un 98,7 % de personas con anticuerpos a los tres meses de la segunda dosis, una tasa entre las más altas de las descritas hasta el momento.

Entre los pocos residentes que no tenían anticuerpos, el 1,3 %, el estudio refleja que dos terceras partes de estas personas desarrollaron otro tipo de inmunidad, linfocitos T específicos contra la proteína S del virus, otro mecanismo de defensa contra el coronavirus.

Navarro ha señalado que el estudio es "pionero" y evidencia una respuesta "extraordinariamente satisfactoria" de las personas mayores residentes frente a la vacuna de Pfizer, y ha añadido que probablemente estas conclusiones podrían extenderse también a otras vacunas RNA.

El 70% no percibe efectos secundarios tras la vacuna

Por otra parte, se ha encuestado a 5.500 personas vacunadas entre el 19 de abril y el 6 de junio sobre los efectos secundarios de las vacunas, y el 70 % afirma que no ha percibido efectos secundarios o han sido muy leves, y casi todos han desaparecido antes de la semana, unos datos similares a los recogidos por las fichas técnicas de las vacunas.

Entre los que han notado algún efecto, el más común ha sido molestias en el brazo. El 71 % ha comunicado que tenía alguna molestia el día siguiente a recibir la dosis, pero el 90 % ya no las notaba a la semana.

El siguiente síntoma más común es el malestar general o cansancio: lo sufre un 46,7 % de aquellos pacientes que comunican haber percibido algún efecto secundario, aunque a la semana ha desaparecido en un 80 % de los casos.

Estas consecuencias son síntomas habituales que indican que el organismo está respondiendo a la vacuna y generando protección, y se ajustan a los datos reportados en los ensayos clínicos y las fichas técnicas de las vacunas, ha explicado Peiró.