La Feria de Abril de Sevilla debería comenzar con el alumbrado del recinto esta noche, cuando se celebra la cena del "pescaíto", aunque la fiesta se ha suspendido por segundo año seguido debido al coronavirus y ha motivado que esta particular tradición se celebre en los domicilios, sin necesidad de ser socio de una caseta.

A esta democratización del "pescaíto" contribuyen de forma muy efectiva los bares de la ciudad y otros establecimientos de restauración, incluso alguna pizzería, que ofertan todo tipo de frituras a precios asequibles para que los ciudadanos lo degusten en sus casas.

Un cuarto de kilo de boquerones fritos, siete euros, el mismo precio que los pedacitos de merluza, los chocos y el cazón en adobo, reza una de las ofertas de un restaurante sevillano, que regala media botella de vino por cada quilo de "pescaíto frito".

"¿Quién dijo que no había Feria este año? ¡Esta es tu caseta!"

La cena del "pescaíto" es el punto oficial del comienzo de la Feria, y para asistir -con las mejores galas- era necesario ser socio de una de las mil casetas que se montan una semana en una zona que el resto del año es un descampado o tener una invitación, y durante la medioanoche se alumbraban las calles del recinto. "¿Quién dijo que no había Feria este año? ¡Esta es tu caseta!", insiste la oferta del restaurante para que los ciudadanos se monten la cena del "pescaíto" en sus casas, que además es la única opción posible porque los bares cierran a las 22.30 horas y desde mañana a las 20.00.

Numerosos bares, para animar a la clientela, han montado la decoración similar a la de las casetas, con farolillos, toldos verdiblancos o rojiblancos, depende de si es del Betis o del Sevilla, y banderines de las bebidas más consumidas: fino y manzanilla.

Para que los sevillanos no añoren tanto la Feria, el Ayuntamiento ha organizado algunas actividades paralelas, como exposiciones de fotografías en el centro de la ciudad, un mercadillo de moda flamenca en una de las principales plazas y la iluminación de lugares emblemáticos con las mismas luces y adornos que los del Real.

Por culpa del aumento de contagios y el nuevo nivel de restricciones, se ha aplazado un desfile de moda junto a la catedral y se ha descartado organizar conciertos musicales, aunque se mantienen las atracciones de Feria, en Sevilla conocida como "calle del infierno" o "cacharritos".

Con estas iniciativas, el Ayuntamiento intenta paliar las pérdidas económicas de un evento que genera en la ciudad 890 millones de euros, el 3 por ciento del PIB local, según los cálculos municipales del último año que se celebró, en 2019.

La Feria tiene como fechas oficiales entre el 17 y el 24 de abril, con un festivo local el miércoles 21, día que se instauró para potenciar la presencia de ciudadanos en el recinto y que ahora se mantiene con críticas de algunos sectores por no retrasarla para cuando exista más libertad de movimientos.