Las líneas de Nazca, los famosos geoglifos de Perú que han suscitados numerosos programas de misterio, desde Fernando Jiménez del Oso a Iker Jiménez, son en realidad un complejo sistema de canales de riego. Es la conclusión de la investigación del equipo Salvar Nazca, liderado por el vigués Carlos E. Hermida García, y que se presentará el mes próximo en el Congreso Internacional de Turismo Cultural de Córdoba.

Para Carlos Enrique Hermida, director de diseño en Ingeniería, se trata de uno de los mayores descubrimientos del mundo de la arqueología a nivel internacional. “No sólo hemos desvelado el misterio con numerosas y contundentes pruebas, sino que también hemos descubierto un sistema que puede salvar millones de vidas en todo el mundo”, declara el vigués.

El equipo explica en un comunicado que su investigación, realizada a través de métodos de ingeniería civil, demuestra que las líneas de Nazca son en realidad un complejo sistema de canales para el riego de vastas extensiones del desierto, una técnica preinca ya conocida como cosechas de agua. Se trata, según los investigadores, de “un descubrimiento que marca un antes y un después en la concepción que el mundo tenía de este yacimiento arqueológico de Perú, unos enormes geoglifos que se han convertido hoy en día en uno de los principales atractivos turísticos del país andino”.

Este complejo sistema de gestión del agua para el riego de vastas extensiones del desierto tenía como objetivo, explican, controlar y aprovechar el líquido elemento en las diferentes estaciones del año ante las condiciones de humedad cambiantes en esa región de Perú.

Salvar Nazca, el equipo internacional multidisciplinar responsable de este descubrimiento, está dirigido por Carlos E. Hermida; el coautor principal es el investigador peruano Luis Cabrejo; y lo completan el gallego Xosé Manuel Carreira Rodriguez, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos; y la turismóloga y doctora en Historia del Arte Ana Mafé García.