La sonda china Chang'e 5 aterrizó hoy en la provincia septentrional de Mongolia Interior con los dos kilogramos de muestras lunares recogidos a principios de este mes, informó la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC).

En un comunicado publicado hoy en su página web, la ANEC detalló que "el módulo de retorno del proyecto de exploración lunar Chang'e 5 aterrizó con éxito en la zona prevista a las 01.59 hora de Pekín del 17 de diciembre" (17.59 GMT del 16 de diciembre).

La misión convierte a China en el tercer país capaz de recolectar muestras lunares, después de que anteriormente lo hicieran Estados Unidos y la extinta Unión Soviética hace cinco décadas.

La ANEC precisó que, en torno a la 01.00 (17.00 GMT del miércoles), el módulo de órbita de la Chang'e 5 y el de regreso se desacoplaron a unos 5.000 kilómetros sobre la franja sur del Océano Atlántico.

"A las 01.33 (17.33 GMT del miércoles), el módulo de retorno de la Chang'e 5 -prosigue el texto de la ANEC- entró en la atmósfera a una velocidad en torno a los 11,2 kilómetros por segundo a una altitud de 120 kilómetros sobre la superficie" terrestre, momento en el que empezó las maniobras de desaceleración.

Cuando la sonda llegó a unos 10 kilómetros de la superficie, la Chang'e 5 abrió el paracaídas, último paso de la maniobra de reducción de la velocidad, que le sirvió para mantener una altitud estable y aterrizar de manera suave en el área de Siziwang, en la provincia de Mongolia Interior.

Allí, según la fuente, el personal de la misión recogió el módulo, que está previsto enviar por vía aérea a Pekín, donde se extraerán las muestras lunares.

Una zona inexplorada

El pasado 1 de diciembre, la sonda alunizó con éxito en área al norte del Mons Rümker, en el Oceanus Procellarum, en la cara visible de la Luna, una zona no visitada hasta la fecha ni por astronautas ni por misiones espaciales no tripuladas.

Las muestras se recopilaron de dos formas diferentes: en la superficie de la Luna, gracias a un brazo robótico, y bajo tierra, a través de un taladro que perforó dos metros el satélite para obtener muestras variadas que podrían datar de periodos muy anteriores.

El material recogido se almacenó después en un recipiente sellado al vacío para "asegurar que no le afectan las condiciones externas durante el regreso a la Tierra", afirmó entonces la ANEC.

Después, el 3 de diciembre, el módulo de ascenso y el de regreso despegaron de la Luna, para, posteriormente, acoplarse con el módulo de órbita, que se había mantenido a la espera girando alrededor del satélite terrestre.

Una vez ensamblados, los módulos esperaron el momento idóneo para iniciar el retorno a la Tierra, el cual emprendieron el pasado 13 de diciembre.

Más misiones en marcha

La Chang'e 5 se lanzó el pasado 24 de noviembre mediante un cohete Larga Marcha 5, que ya llevó al espacio con éxito a finales de julio la primera misión china a Marte, la Tianwen 1, cuya llegada al planeta rojo se prevé para el próximo mes de mayo.

Por su parte, el programa Chang'e (bautizado así en honor a una diosa que, según la mitología china, vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007.

El país asiático realizó su primer alunizaje en 2013 y, en enero de 2019, logró que la sonda Chang'e 4 se posara en su cara oculta -donde todavía permanece-, un hito nunca logrado antes en la historia de la exploración lunar.

El objetivo final del programa es una misión tripulada a la Luna y la construcción de una base científica en el satélite, aunque no se ha fijado la fecha para ello.