El ministerio de Educación, encabezado por Isabel Celaá, está ahora convencido de que retomar la actividad docente presencial. El riesgo cero no existe y la ciencia todavía no tiene claro el papel de los niños y niñas en la transmisión de la nueva enfermedad covid-19. Pero la educación, entre otras cosas, es "un factor clave para alcanzar mejor salud en la vida adulta". Así que las escuelas abrirán sus puertas en septiembre para que los estudiantes comiencen el año académico. Será una nueva normalidad en la que se limitarán los contactos entre los chavales, se podrá comer en el aula, se tendrán las ventanas casi siempre abiertas (si el tiempo lo permite) y se darán lecciones sobre el coronavirus.

Educación pretende garantizar la asistencia presencial de todo el alumnado. "Si fuera preciso priorizar la asistencia de parte del alumnado, por la evolución de la pandemia, se mantendrá la presencialidad en los niveles y etapas inferiores"(hasta los 14 años), según consta en el borrador que ha elaborado el ministerio, cuyos responsables están manteniendo desde las 9.30 horas una reunión telemática con los consejeros autonómicos.

Adiós a las aglomeraciones

Adiós a las aglomeraciones. Se realizará la entrada y salida escalonada del centro educativo. Los alumnos -en clases de máximo 20 alumnos hasta 4º de Primaria incluido- serán "grupos de convivencia estable" que deberán evitar la interacción con otros grupos y limitando al máximo el número de contactos. Se procurará reducir al mínimo los desplazamientos de grupos de alumnos por el centro, "facilitando en lo posible que sean los profesores quienes acudan al aula de referencia".

En los casos excepcionales en que el centro no pudiera reubicar a todo su alumnado, se procederá a la coordinación con las entidades locales que pueden ofrecer espacios públicos municipales como bibliotecas, ludotecas, polideportivos o centros culturales, que garanticen la escolarización presencial de la infancia y adolescencia del municipio.

Las familias, por teléfono

También se dirá adiós a las largas colas en secretaría para que papás y mamás hagan gestiones. Se priorizará la comunicación con las familias mediante teléfono, mail, mensajes o correo ordinario y se facilitarán las gestiones telemáticas. Las familias podrán entrar al edificio escolar en caso de necesidad o indicación del profesorado o del equipo directivo, cumpliendo siempre las medidas de prevención e higiene y, en ningún caso, si presentan cualquier síntoma compatible con covid-19.

El uso de mascarilla cuando esté con el grupo de convivencia estable. Su uso sí que será obligatorio fuera del grupo cuando no se pueda mantener distancia interpersonal superior a 1,5 metros.

Limpieza extrema

La limpieza y la ventilación se extremará. "Se deben realizar tareas de ventilación frecuente en las instalaciones, y por espacio de al menos cinco minutos (mejor 10 minutos si la sala estaba ocupada de antemano) al inicio de la jornada, al finalizar y entre clases, siempre que sea posible". Cuando las condiciones meteorológicas y el edifico lo permitan, se mantenendrán las ventanas abiertas el mayor tiempo posible. En los centros se realizarán labores de limpieza al menos una vez al día, reforzándola en aquellos espacios que lo precisen en función de la intensidad de uso. En los aseos, tres veces al día.

Comer en el aula

En cuanto al comedor, se podrán utilizar las propias aulas para comer, sirviendo la comida en ellas con la utilización de carros con bandejas (a poder ser posible calientes) para que se mantengan los grupos de convivencia estable. En el caso de los menores de 10 años, se organizarán el espacio del comedor y los horarios de forma que cada "burbuja" de alumnos tenga su turno y espacio propio para comer. Se podrán asimismo habilitar mamparas de material no poroso que compartimenten el espacio para que puedan compartirlo, por ejemplo, dos grupos de convivencia estable. Para los mayores de 10 años, en el comedor, la disposición de las mesas y sillas debería ser de tal forma que posibilite el cumplimiento de la distancia interpersonal de 1,5 metros.

Los coles también deberán organizar el tiempo de recreo, aumentando los turnos del patio y debiendo prevalecer el criterio de que salgan los grupos de convivencia estables para que no coincidan en la misma hora y espacio alumnos de grupos diferentes.

Lecciones anti-covid19

El departamento que dirige Isabel Celaá también quiere que los centros diseñen e implementen actividades de educación para la salud que incluyan las medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a la enfermdad covid-19 para hacer del alumnado "agentes activos en la mejora de la salud de la comunidad educativa". El borrador subraya que "conviene realizar un recordatorio al inicio de la mañana de las medidas básicas hasta que se adquieran las nuevas rutinas. Además, se puede trabajar en otros espacios a valorar por el equipo docente como en las tutorías o incluyéndose de manera transversal en el contenido de otras asignaturas o en proyectos interdisciplinares".