La lucha contra la pandemia ha puesto en valor la importancia de la enfermería. Así lo cree Mª Ángeles Carballo, enfermera del Summa que ha ejercido como supervisora voluntaria en el pabellón 9 del hospital de Ifema. "La enfermería se ha hecho visible", afirma. "Ojalá esa percepción perdure en el tiempo", ansía.

Su debut en el hospital de campaña no fue fácil: "Me encontré un pabellón vacío que en poco tiempo recibiría 200 pacientes", recuerda. Pero "gracias a la colaboración, la solidaridad y la camaradería entre diferentes estamentos conseguimos salir adelante", destaca.

Pese a la gran carga de trabajo derivada de la constante llegada de pacientes y a los momentos difíciles que se han vivido, sobre todo a nivel emocional, la experiencia ha resultado "muy positiva", valora Mª Ángeles. La implicación de todos los intervinientes en Ifema ha sido ejemplar. "No nos importaban las horas de trabajo. Lo más importante era que el hospital tenía que funcionar", declara. "El paciente era nuestro objetivo principal. Ellos te lo dan todo y compensan tu esfuerzo y dedicación", apostilla.

El día a día en el recinto hospitalario ha dejado muchos recuerdos, unos duros y otros entrañables. Entre los primeros, cuando una mujer ingresada en Ifema recibió la noticia del fallecimiento de su marido, ingresado en otro hospital. Entre los segundos, el momento en que un hijo pidió hablar con su madre hospitalizada por videoconferencia. "Fue muy emotivo", cuenta la enfermera, que aprovecha la oportunidad para remarcar "el encomiable trabajo de mis compañeros en todos los hospitales de España".

Iniciativa premiada

Otras enfermeras del Summa, Ana Ruiz y Alba Justicia, junto a los voluntarios del Samur, Mar Eguiluz y José Luis Molinero, recibirán el galardón Antonio de Sancha de la Asociación de Editores de Madrid por idear y gestionar la Biblioteca Resistiré, que ha proporcionado libros, revistas, pasatiempos y gafas de lectura, procedentes de donaciones, a los pacientes del hospital Ifema. "La humanización cura igual que la medicación", ha declarado Ana Ruiz, que considera los libros como magníficos recursos terapéuticos contra el dolor, la soledad y el desaliento.