A finales del mes de enero todos los ojos estaban puestos en la ciudad china de Wuhan, el epicentro de una pandemia que iba a poner en jaque al planeta. Allí, un ejército de hombres y excavadoras en perfecta coreografía levantaba en sólo 10 días un hospital con capacidad para 1.000 camas. Una proeza que pasmó al mundo y que parecía difícil de igualar. Sin embargo, la creación del hospital temporal de Ifema demostró que la hazaña no sólo era posible, sino que podía llevarse a cabo en menos tiempo todavía.

Un gran reto organizativo

El día 20 de marzo el pabellón 5 de Ifema era un hangar de hormigón con el aspecto de un inmenso garaje diáfano, frío y gris. En esas fechas, la curva de contagios y fallecimientos crecía día a día a gran velocidad y la saturación de los hospitales convencionales hacía necesario tomar medidas excepcionales, como la puesta en marcha de un hospital de campaña que acabó convirtiéndose en el mayor de Europa. Apenas 18 horas después, ese espacio provisional recibía a sus primeros pacientes infectados por covid-19 y en los días posteriores dejaba paso a los pabellones 7 y 9, habilitados con todas las infraestructuras hospitalarias necesarias: camas vestidas y medicalizadas, laboratorio, servicio de farmacia, aparatos de radiología, controles de enfermería, banco de sangre, almacén... Sólo habilitar tomas de oxígeno en cada cabecera requería un engranaje extraordinario de cables y tuberías que fue posible gracias a una eficiente (y visionaria) arquitectura de túneles subterráneos que recorren el recinto imitando al sistema circulatorio del cuerpo humano y permite llegar los suministros necesarios hasta cualquier punto de los amplios hangares.

Este enorme reto organizativo ha estado coordinado por el doctor Fernando Prados (especialista en urgencias y emergencias curtido en hospitales de campaña de medio mundo, de Haití a Pakistán o Filipinas) y Juan José Pérez Blanco, ingeniero responsable de transformar los pabellones vacíos en un centro sanitario. Hacerlo posible ha requerido del trabajo, codo con codo, de 2.000 personas entre trabajadores del Ifema, del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) y del Summa, efectivos de la UME y una legión de voluntarios (transportistas, electricistas, fontaneros, soldadores...) que cada día se presentaban con sus herramientas para arrimar el hombro.

La Comunidad de Madrid aprobó para el hospital temporal una inversión de más de 18 millones de euros. "Estas partidas van desde el servicio de montaje y el plan de emergencia y evacuación del Hospital al trasporte de material desde el aeropuerto Madrid Barajas Adolfo Suárez, pasando por la dotación de ropa, la restauración, el mantenimiento o el transporte de muestras a y desde el hospital.", señalaban desde el Gobierno autonómico en un comunicado. A esto hay que unir la colaboración de distintas empresas y entidades privadas que han hecho posible el "milagro" del hospital de campaña gracias a sus donaciones.

Misión cumplida

El resultado lo calificó Bruce Aylward, el jefe de expertos covid-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de "extraordinario". "En cuanto entré me recordó inmediatamente a China, a aquella gigantesca instalación que pusieron en pie muy rápidamente. Pero esto es diferente porque allí los pacientes eran leves y aquí se están tratando a pacientes complicados y eso es muy difícil", alabó tras su visita a las instalaciones.

Después de haber atendido a cerca de 4.000 pacientes, aliviado la sobrecarga de los hospitales de Madrid y evitando su colapso, el hospital temporal ha cumplido su misión y cerró sus puertas el pasado día 1 de mayo. Sin embargo, el cierre no supone el desmantelamiento, ya que toda la infraestructura quedará intacta por si un rebrote de la epidemia hiciera necesario volver a abrirlo. También seguirán abiertos el pabellón 14, que acoge a las personas sin hogar, y el 10, que funciona como centro logístico desde el que se reparte material sanitario a hospitales y centros residenciales.

Hospital Ifema: El milagro, en cifras

- 3.812 pacientes fueron atendidos en las seis semanas que ha permanecido activo. Eso supone un 12% de los enfermos por covid-19 que han pasado por los hospitales de la Comunidad de Madrid.

- 16 fallecidos. Equivale a una tasa de mortalidad del 0,4%. La mayoría de los enfermos fueron dados de alta o trasladados a hoteles medicalizados para concluir su recuperación.

- 1.300 camas y 16 de cuidados intensivos. Este macrohospital, el más grande de España, tenía capacidad de superar las 5.000 camas en caso de ser necesario.

- 35.000 m2 de superficie en la que se instalaron las camas, con tres metros de distancia entre cada una.

-1.400 profesionales. Entre médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, técnicos de laboratorio y de rayos, farmacéuticos, psicólogos, trabajadores sociale...

- 18,75 millones. Ese es el presupuesto que la Comunidad de Madrid ha destinado al equipamiento y mantenimiento del hospital temporal.