Desde Platón y Aristóteles pasando por Tomás de Aquino, el Bien Común no es la suma de las necesidades individuales, sino un beneficio que revierte en todos los ciudadanos. Pues bien, hay que constatar que el personal sanitario sigue viviendo momentos duros. Con menos protección de la debida y valiéndose de sus conocimientos, se han convertido en auténticos héroes sin capa a ojos del resto de la sociedad que están curando en la peor pandemia vivida en 100 años. En España, un 20% de los infectados son profesionales sanitarios. No se conoce la cifra exacta, pero al menos una treintena de profesionales han muerto por la enfermedad. Y no solo se exponen ellos, sino también a sus familiares, entre los que se encuentran sus propios hijos.

Además de médicos, enfermeras o celadores, en un hospital como el de Ifema también ha trabajado el personal de limpieza: cocineros, vigilantes de seguridad, plomeros, fontaneros... todos tratando de evitar más y más contagios. En momentos tan duros es donde podemos ver la calidad humana y la solidaridad de la sociedad que se está volcando en el Bien Común.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, alabó a estos "héroes" de la crisis del coronavirus y ha remarcado que "nada es más patriótico y solidario que la lucha común". En su discurso, en el homenaje que el Gobierno regional organizó con motivo del Dos de Mayo, Ayuso señaló que en esta pandemia, "hay historias sencillas y magníficas", que recuerdan que cuando se juega "la supervivencia, más que de triunfadores es tiempo de héroes". "¿Y qué es un héroe? El que sabe que, si acude, seguramente perderá la vida o la salud, pero, aun así, va", ha apostillado.

Como historias anónimas, la presidenta ha citado, entre otras, al taxista de Alcorcón que llevaba a enfermos al Ramón y Cajal sin cobrarles, los farmacéuticos de Leganés Tomás y María del Carmen, que no quisieron abandonar su farmacia, se contagiaron y murieron o el alcalde de Garganta de Montes, Juan Carlos Carretero, que dio su número de teléfono en un bando y sus vecinos ancianos lo llaman para encargarle la compra y las medicinas.

En este punto, Ayuso ha alabado la labor de la ministra Margarita Robles que ha sido "una nueva Manuela Malasaña", y le ha agradecido "la fabulosa operación Balmis y cómo los militares y la Guardia Real nunca dejaron solos a los seres queridos que descansaban en la morgue del Palacio de Hielo de Madrid, de la pista de hielo de Majadahonda o de la Ciudad de la Justicia donde les velaron en nombre de sus familiares y amigos, con el debido cariño y respeto". "Hay quien se queja de que se compare esta lucha contra el virus con una guerra, pero lo es", ha reivindicado. Así, ha incidido en que "en toda guerra, que en cierta medida lo es, nadie puede creerse que no le concierne", ha declarado.

Profesiones vitales

Hay muchos profesionales cuyo trabajo sigue siendo necesario a pesar del estado de alarma. Los camioneros siguen cruzando las carreteras para abastecer de productos de primera necesidad a la sociedad. Profesionales de la alimentación que día a día están en una carnicería, pescadería, pollería, charcutería... o detrás de una caja cobrando productos que son indispensables para la sociedad. Una de las profesiones menos valoradas, pero de vital importancia son los profesionales de la limpieza que desinfectan para que los que entren después no se contagien. Han demostrado que su labor es de suma trascendencia. Los trabajadores que cuidan de otros sectores de la población también se exponen diariamente. Tanto niños que se encuentran en centros de menores como ancianos en residencias y personas con discapacidad necesitan a sus cuidadores a diario.

Para que toda la información de lo que está sucediendo al lado de su casa o en la otra punta del mundo llegue a sus manos, son necesarios los periodistas que salen a diario para ofrecer un servicio para toda la sociedad. Los profesionales de la información siguen al pie del cañón para que puedan estar informados ya sea por prensa escrita, televisión, radio o medios digitales.

Si por las condiciones de su trabajo a día de hoy no pueden prestar servicio o están jubilados, también pueden contribuir y aportar su granito de arena a la sociedad de forma muy fácil: sigan quedándose en casa en la medida de lo posible ajustándose a las fases de su comunidad porque, de esta, salimos.