Puede pasar. Cumplir años durante el confinamiento está siendo algo más o menos habitual para muchos españoles. Pero el caso del pontevedrés Iván Puentes y de su familia, es casi de récord. Él ha cambiado de década -40 años en plena cuarentena- pero también han soplado las velas sus dos hijos. El salón de su casa es una fiesta permanente.

La decoración del hogar familiar cambió desde el primer día de confinamiento. Justo coincidió con el cumpleaños de Mario, el mayor de los dos niños. Cumplió ocho años el pasado 13 de marzo y para celebrarlo Iván y su esposa Marta, ambos profesores, colgaron un cartel de "Feliz Cumpleaños" que, cinco semanas después, sigue presidiendo su salón.

"Al principio estaba un poco frustrado", recuerda en una conversación con la Agencia Efe Iván, que compagina su labor docente con su responsabilidad como edil del PSOE en el Ayuntamiento de Pontevedra. "Quería incluso llamar a Pedro Sánchez para que le dejase festejar el cumpleaños como estaba previsto", añade.

Su celebración en un parque infantil, con sus amigos del colegio, tuvo que ser suspendida. Su decepción, relata su padre, se tornó en alegría al comprobar la fiesta que le esperaba en casa. No solo por los regalos, ya comprados, que pudo abrir. También los vecinos se sumaron.

"Por el patio de luces le cantaron el cumpleaños feliz y se quedó alucinado de que todo el mundo saliese a las ventanas a aplaudirle a él", explica Iván, que adelanta que eso mismo vivirá su otro hijo, Tomás, que cumple cuatro años este mismo lunes.

Tomás es, sin duda, quien mejor está llevando este confinamiento. Él mismo reflexionaba hace unos días, como relata su padre, que no le gusta el coronavirus porque "la gente se enferma" pero, por otro lado, si dura un poco más "no me importa porque así estamos juntos en casa".

Los cuatro invitados a estas fiestas, como es lógico, solo han sido los dos pequeños y sus padres, Iván y Marta. Ella ha sido, además, la encargada de organizar el cumpleaños de su pareja. No era una fecha cualquiera. Sus cuarenta años iban a ser celebrados con una "fiesta especial", pero el coronavirus truncó sus planes.

A cambio, el padre de familia se encontró el pasado viernes, cuando cumplía sus 40 años, con una sorpresa por parte de sus vecinos, coordinada en secreto por su mujer.

Alguien llamó al timbre y cuando abrió la puerta no vio a nadie, pero sí un regalo que le hizo mucha ilusión. En el suelo, perfectamente colocados, había una tarta y varias latas de cerveza. No se lo esperaba, asegura Iván, aunque reconoce que había escuchado "conversaciones extrañas" que le hacían pensar que Marta estaba tramando algo.

A pesar de esta celebración tan íntima, Iván tiene claro que no olvidará haber llegado a la cuarentena en plena cuarentena porque, además, en esta situación de confinamiento y aislamiento social, asegura que "todo se graba en la retina con mucha más fuerza".

"Lo importante ha sido celebrar que estamos aquí, que estamos bien y que cumplimos años", resume emocionado, aunque reconoce que cuando la situación lo permita retomará la fiesta pendiente para celebrar el cambio de década.

La única que no ha cumplido años, por ahora, en pleno confinamiento es Marta. Entre risas, Iván apunta que toda la familia espera que en su aniversario ya no haya reclusión. Es el 22 de julio.